Otro libro que nadie leerá

 
María Ferraz

Francisco prologa el libro del cardenal Czerny sobre el magisterio social promasónico del `Papa´ en "Fratelli tutti".

Mientras llama a la fraternidad universal, Bergoglio discrimina y excluye descaradamente a los leprosos del sXXI: los no vacunados, deportando y amenazando con el despido a sus empleados `rebeldes´, vetándolos del comedor o negando a los visitantes y peregrinos no inoculados el acceso a su territorio. Aunque es bien sabido que mantiene a su alrededor a clérigos abusadores y sodomitas desde el inicio de su `pontificado´..

¿Dónde quedaron las palabras de dar la bienvenida a todos?, ¿del quién soy yo para juzgar? Claro, eso era sólo para los anticatólicos: inmigrantes musulmanes, LGBT, globalistas, abortistas, eugenistas, artistas y políticos que odian a Cristo...

Es un pecado usar el 'pasaporte vacunal' para juzgar y separar a los católicos e impedirles la entrada al corazón del catolicismo, a las iglesias, el encuentro con Dios en el sagrario, al tiempo que asegura que él nunca ha negado la comunión (incluso sacrílega) a nadie (tampoco a los pecadores públicos). Tal vez el próximo paso sea negar el Sagrado Cuerpo de Cristo a los que rechazan la inyección, como ya sucede en algunos lugares que vetan la entrada a misa y la confesión impidiendo a los fieles recuperar el estado de gracia a través del cauce querido por Jesucristo, porque para Bergoglio no hay pecado mayor que no someterse a la tiranía de la élite servidora del Anticristo, de la cual él forma parte gustosamente.