En su Audiencia General, un Bergoglio más insufrible e insoportable de escuchar que nunca, dijo:
"Todavía hoy, muchos buscan la seguridad religiosa [¿es esto un error?] centrándose en los rituales y en los preceptos en lugar de abrazar el amor de Dios con todo su ser", dijo Francisco en su audiencia general del 27 de octubre.
Una vez más, como un hippy trasnochado, falsifica el amor dejándolo como puro sentimentalismo, o sea un amor sin obras, ya que lo enfrenta contra las normas, como si Dios no hubiese establecido sus 10 Mandamientos, ni la Iglesia sus mandatos, imprescindibles para alcanzar la vida eterna. Son tan importantes las normas que establecen las condiciones para salvarse -además de los consejos evangélicos-, que Dios se las dictó personalmente a Moisés y el Verbo abandonó su Cielo para encarnarse, morir, resucitar y fundar su Iglesia: "Quien Me ama cumplirá Mis Mandamientos" dijo Cristo, también al que hoy se dice `Papa´ de la Iglesia Católica, el cual desbarra aparatosamente para escándalo del Pueblo de Dios, además añade el insulto a la maldad:
Llama a esto "la tentación de los nuevos fundamentalistas, de aquellos a los que les parece que el camino hacia adelante da miedo y no van hacia adelante sino hacia atrás porque se sienten más seguros ". Y claro, el camino hacia adelante es el que acaba en el precipicio, por mucho que Bergoglio hable sin cesar de acompañamiento y puentes.
Francisco calificó a estas personas como un "pequeño grupo", lo cual es cierto porque se están extinguiendo. "Viven 'como era entonces', se alejan del Espíritu ", subrayó. Un Espíritu que no es el Espíritu Santo sino el del modernismo a ultranza inspirado por Satanás mismo.
Un Francisco en rebelión contra Cristo y Su Iglesia, admitió que "a veces, los que se acercan a la Iglesia reciben la impresión de que se encuentran con una densa masa de normas y reglamentos: ¡pero no, esto no es la Iglesia!"
Francisco dijo que la fe "no puede ser captada sobre la base de tantos mandamientos o de una visión moral desarrollada en muchos estratos que puede hacernos olvidar la fecundidad original del amor alimentado por la oración".
en.news/María Ferraz