El mundo se detendrá asombrado ante lo que está por venir



Revelaciones desde la 
COLINA DEL BUEN PASTOR


Carbonia 27 de octubre de 2021

Pronto se paralizará todo.

Queridos hijos, soy vuestra Madre Celestial, vengo a traeros ayuda, vengo con San Miguel Arcángel a mi lado.

Rezad y ayunad, pronto un torbellino de terror invadirá la tierra, ... para muchos será un gran sufrimiento.

Hijos míos, uníos en la oración e invocad al Espíritu Santo, rezad por los que aún no comprenden porque están atrapados en las cosas del mundo, distraídos por las falsas luces de Satanás.

Hoy tomo vuestros corazones conmigo y los pongo sobre mi Corazón Inmaculado hasta que crezca en vosotros el amor y la caridad.

Como hijos del Amor adorad a Jesús, amad su Cruz y bendecid su Santo Nombre.

Pronto se paralizará todo,

...el mundo se detendrá asombrado ante lo que está por venir.

Ya he abierto mi Manto Sagrado sobre mis hijos, les abriré mi Corazón y los tendré cerca de Mí. Vendré en ayuda de muchos de mis hijos, todos aquellos que invoquen el Santo Nombre de mi Hijo Jesús.

Las garras del Mal presionan, pero Dios interviene para escribir la palabra "fin" a esta maldita historia de pecado.

Los hombres no quieren abrir su corazón a la Verdad, se entregan a las falsas ideologías del Mal, no se paran a reflexionar ni un solo minuto, ¡su visión está en la realización de sus vidas en esta Tierra! ¡Abominable es el comportamiento del ser humano! Este Planeta, arruinado por la codicia del hombre, está diciendo ¡Basta! ¡Qué desastre, hijos míos! ...qué desastre!

Dios todavía se inclina ante el hombre para salvarlo, lo llama a sí mismo, le pide su conversión, pero el hombre lo desprecia: ... ¡Pecado! ... ¡Pobres hijos!

Ahora os pido que intensifiquéis vuestra oración, que imploréis la Misericordia de Dios para estos próximos días. Luchemos con las armas del Amor contra las atrocidades planeadas por el Mal.

Encended una lámpara (bendecida si es posible) en vuestras casas y rezad el Santo Rosario; uniré mis manos a las vuestras para que el deseo de paz y amor llegue con más fuerza al Cielo.

Os bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!


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