Hasta los bergoglianos están hartos de Bergoglio



Un Estado policial

SiléreNonPossumus.it es un blog muy afín a la ideología de Francisco. Sin embargo, parece que está harto de Francisco. El 3 de octubre, publicó un artículo con el título "El Papa Francisco envía a sus sicarios a las comunidades". En él se lamenta que Francisco haya anulado cualquier estado de derecho y esté alimentando un estado policial destinado a sembrar el terror mientras nadie se atreve a decir nada. Más que un pontificado, el de Francisco parece una dictadura.

En este clima de estado policial, Francisco está juzgando al cardenal Becciu y a otros acusados por una negociación en la que él mismo estuvo involucrado. SilereNonPossumus advierte que si realmente se buscara la verdad en estos procesos, el propio Francisco y el Secretario de Estado estarían en el tribunal como coacusados. En su lugar, Francisco ha elegido el mismo modus agendi utilizado por los fiscales italianos, para eliminar a los oponentes a través de procedimientos penales ad hoc.

El blog critica que Francisco utiliza su violencia también en la Iglesia universal, por ejemplo, contra la comunidad ultra-bergogliana de Bose, en el norte de Italia. El sicario de Francisco allí es el padre Amedeo Cencini. Como resultado, tres monjes han dejado esa comunidad, uno ha pedido dos meses de licencia. Otro estará fuera de la comunidad durante unos meses. El delegado papal sigue interfiriendo en la vida privada de los monjes y viola su libertad, incluyendo controles de movimientos, ordenadores, teléfonos móviles y todo lo que es ilegal. SilereNonPossumus escribe que el nuevo prior de Bose sigue gritando e imponiendo su posición. Cita: "Estas son sólo algunas de las operaciones de estado policial que se están llevando a cabo en Bose".

Otro ejemplo es la guerra de Francisco contra los movimientos y las nuevas comunidades laicas, por ejemplo el encargo de los Memores Domini, la rama de miembros consagrados de Comunión y Liberación. Actualmente, los miembros de Memores Domini se encargan de la casa de Benedicto. Francisco nombró como comisario oficial a Táranto, el arzobispo Filippo Santoro, pero éste es, según SilereNonPossumus, sólo un testaferro. El sicario es el segundo comisario, el padre jesuita Gianfranco Ghirlanda.