Algunos se verán obligados a permanecer en la Tierra




Trevignano Romano 27 de noviembre de 2021


Mensaje de Jesús


Hijos míos, qué hermoso es veros reunidos aquí como una sola familia. Hija mía, el desastre de esta humanidad no ha sido alcanzado del todo, no os dejéis llevar por el mal, no caigáis en esta red maligna, yo estoy con vosotros, os lo he prometido y siempre cumplo mis promesas.  Yo soy el que soy, Yo soy. 


Hija mía, sé, sé, cuántos dolores y cuántos desengaños estás viviendo, cuántas personas se alejan, pero tú déjame ser el justo, apiádate de ellos, tantas serán las elecciones, sobre todo de aquellos que no esperas, los dejaré en la tribulación hasta que se purifiquen completamente y si me aceptan, vendrán a Mí, pero tú no te preocupes, deja que las cosas sean así. 

Hijos míos, esto es lo que ocurriría, y cuando os pedí que permanecierais unidos, no lo entendisteis. Quiero ver a mi pueblo unido, que nazcan familias, que los jóvenes se amen. 

Oh! hijos míos, que sois mi madre, que sois mis hermanos, así sois vosotros, padres, madres, hijos y hermanas de mi pueblo. Yo soy el Padre y el Hijo, así debéis ser vosotros, caminando a mi imitación. 

Hijos míos, los poderosos se unen para traer la guerra, no la paz, recordad siempre estas palabras, no os dejéis engañar, resistid y cuidaos unos a otros, os lo ruego.  

Os amo con todo el amor que tengo dentro, pero os pido: haced penitencia, haced penitencia por mi Iglesia, haced penitencia por los que se han alejado y ya no reconocen a Dios, hacedla un día a la semana si queréis, pero haced penitencia. 

Hijos míos, ya no hay nada más que dejar en este mundo y no os imagináis lo que os tengo preparado, todo será maravilloso con tanta alegría, sin dolor y con tanto amor, dejemos la calumnia a este mundo, para mí sólo palabras de amor y yo para vosotros. Los elegidos serán tomados y llevados a donde ya he preparado su mundo, pero algunos serán obligados a permanecer en la tierra, para que todo pueda comenzar de nuevo con mi ayuda. 

Oh! mis amados hijos, mis hermanos, si supierais cuán grande es mi amor por vosotros, pero a pesar de todo, mi corazón sigue goteando sangre, mi corazón y el de mi Madre sienten el fuerte dolor por esta tierra y por esta humanidad. Estaré con vosotros y os bendeciré uno a uno.  

Hija mía, con las lágrimas de mi Madre haz la señal de la cruz a cada uno de ellos, para que sean protegidos, Amén.  Llevad la paz a vuestros hijos en vuestros hogares, llevad mi paz. 

Ahora os bendigo en el nombre del Padre, en mi Santísimo Nombre y en el Espíritu Santo, amén.