¿Tiene Sarah miedo a Bergoglio?



Monseñor X a Tosatti.


Estimado Tosatti, le envío un brevísimo artículo que recoge algunas declaraciones del cardenal Robert Sarah, prefecto emérito (¡incluso él!) de la Congregación para el Culto Divino, sobre el Motu Proprio Traditionis Custodes.

No todo el mundo sabe que, aunque el cardenal Sarah es cercano al Opus Dei, también estudió teología con los jesuitas en la Universidad Gregoriana, donde adquirió unas dotes diplomáticas tan sofisticadas que parecen confusas.

El pequeño artículo podría interpretarse de tres maneras diferentes.

La primera significaría que el cardenal Sarah tiene miedo de Bergoglio y lo está adulando.

La segunda significaría que le está "tomando el pelo" [que no quiere decir lo que dice].

La tercera forma significaría que le está dando sugerencias a Bergoglio, es decir, le está sugiriendo que no diga ni haga cosas sin sentido si quiere seguir pareciendo apenas un católico.


Me gustaría inclinarme por esta tercera interpretación, pero no me resulta fácil. En la brevísima entrevista concedida a Aleteia sobre el tema del Motu Proprio Traditionis Custodes, nuestro querido cardenal Sarah explica que al escribir el Motu Proprio Bergoglio no tenía ciertamente el objetivo de suprimir la antigua liturgia.

(Esta explicación del cardenal Sarah es bastante ambiciosa; a ver si es capaz de apoyarla con hechos reconocibles...).

Sarah continúa explicando que el Papa ha pedido, con un sentido paternal, aplicar este texto adaptándolo. (El "sentido paternal" al que se refiere Sarah me conmovió profundamente).

Sarah continúa explicando que el Papa espera que la liturgia actual se enriquezca con lo mejor de la antigua. (Esperamos encontrar esta certeza en alguna parte...).


Sin embargo, explica que el Papa también espera que la liturgia antigua se celebre en el espíritu del Vaticano II. Y que no se convierta en un pretexto para los que impugnan el Concilio. (Aquí vemos surgir el jesuitismo).

Pero el Motu Proprio Traditionis Custodes se puede consultar fácilmente. Basta con entrar en Internet. Veamos el artículo 1 y el artículo 3.

El artículo 1 explica cuál debe ser la única expresión de la Lex Orandi.

El artículo 3 explica que los obispos deben vigilar a los nostálgicos del Vetus Ordo, así como ponerlos bajo el cuidado de un "delegado" que supervise las celebraciones, el lugar donde se producen y los diversos aspectos de estos grupos. Una especie de "pase de la Santa Misa".

Sobre todo, el Motu Proprio prohíbe la creación de nuevos grupos de "nostálgicos".

Ahora bien, decir que esto coincide con lo dicho por el Cardenal Sarah me parece un poco arriesgado a la hora de apoyarlo.

Pero, como dije más arriba, tal vez estas consideraciones [de Sarah] estén dirigidas a Bergoglio, con la intención de sugerirle que no haga tonterías.


Otra "misión imposible", diría yo.

¿Sólo queda el "miedo" a nuevos castigos "paternales"?