Más motivos para desconfiar de bergoglio






Bergoglio no deja de sorprendernos.

En el Ángelus de hoy invitó a las familias a derrotar el invierno demográfico, instándolas a tener más hijos y definiendo la falta de éstos como una tragedia. Pero no sólo eso, sino que llegó a decir que el invierno demográfico está en contra de nuestras familias y de nuestra Patria. Oh, vaya.

Es curioso, porque cuando debutó como Pontífice invitó a las familias a no ser como los conejos que tienen demasiados hijos, provocando con ello la indignación de todo el mundo católico, que considera a los niños un don de Dios, y en particular haciendo entrar en cólera a aquellos movimientos (como los Neocatecumenales), que en cambio invitan a tener muchos hijos. Nunca hubiera pensado que un globalista, multiculturalista y ecumenista como Bergoglio hablara de la Patria como lo hace un soberanista (ahora llamado populista). Pero esto no termina aquí.

Prosegue dicendo che invece di dialogare, spesso ci isoliamo con il telefonino, ignorando il prossimo…

Continúa diciendo que en lugar de dialogar, a menudo nos aislamos con nuestros teléfonos móviles, ignorando a los demás…

Pero es él quien da el mal ejemplo de aislarse con su teléfono móvil, precisamente durante las audiencias públicas. La primera vez fue el 11 de agosto de 2021 durante la audiencia general (se aisló hablando por su teléfono móvil durante varios minutos), la segunda vez fue el 23 de diciembre durante la ceremonia de la audiencia general en el Aula Pablo VI.

El gato está en la cuna. En cuanto al invierno demográfico: -¿Le han ordenado (por fin) que promueva los nacimientos en Italia, si no, no nos darán parte de los fondos del Plan de Recuperación? En cuanto a los teléfonos móviles: – ¿Está espiando a TIM o al fondo KKR que querría comprarla y acelerar el 5G?

Puedo creer cualquier cosa, excepto que cree en la familia (después de Amoris Laetitia) y en los niños (después de Laudato SI y Fratelli Tutti). Me puedo creer cualquier cosa, menos que quiera conseguir que los padres vuelvan a cuidar de sus hijos quitándoles el teléfono móvil (después de los dos malos ejemplos que él mismo dio). El hijo adolescente de un colega mío, después de haber visto a Bergoglio en la televisión haciendo una llamada telefónica, interrumpiendo la audiencia del 23 de diciembre, le dijo a su padre, que le regañaba por estar demasiado tiempo con el móvil: “Escucha, papá, ya desobedeciste al Papa al pretender ir a la Misa tridentina, ¿ahora pretendes que le desobedezca también yo, no usando el móvil cuando quiero, como hace él?”.