Para que no caigan en la red del rey mentiroso —Carbonia


Carbonia 20 de mayo de 2016

Los artificieros llegan a Roma, son los gendarmes de la muerte, son los que destruirán Roma. Huid de Roma.

Alegraos Mis queridos hijos, alegraos, porque el tiempo de vuestra liberación está cerca, todo brillará en Mí, todo cambiará en Mí.

Yo soy el Dios del Amor Perfecto, soy el que viene a daros de sí mismo para que viváis de sí mismo y os alegréis de sí mismo.

Preparaos para encontraros conmigo, mis queridos hijos.

Vengo a habitar en vosotros, vengo a daros de Mí para siempre. Las horas de Mi segunda venida han llegado, Mi Amor estará sobre todas las personas de fe.

Planificad vuestros días en Mí, regocijaos incluso ahora, Mis amados hijos, porque ha llegado el momento de que los hijos del Amor vengan a regocijarse en el Amor.

Los artificieros vienen a Roma, son los gendarmes de la muerte, son los que destruirán Roma.

Seréis afligidos, vosotros que no me habéis escuchado y habéis continuado con vuestras elecciones en el mundo.

Ahora que los profanadores de mi trono se presentarán ante el mundo y se calificarán de lo que serán. He aquí que vengo a retomar para Mí todo lo que me pertenece y a poner fin al mal.

Vigilad a vuestros hermanos, para que no caigan en la red del rey mentiroso.

¡Rezad sin cesar con María y rogad por la realización de Mi Plan, en estas horas que quedan antes del Aviso!

Ocurrirá de repente.

El hombre se encontrará cara a cara con su Dios; serán horas aterradoras para quienes no se hayan preparado para el encuentro con su Creador.

Los mares se moverán con fuerza, los volcanes se abrirán y en su ira vomitarán todo su fuego.

Será la desesperación para toda la Humanidad, pero Mis hijos ya no estarán en esta Tierra porque se beneficiarán de Mi Misericordia, los elevaré hacia Mí antes de que tenga lugar la destrucción.

Huid de Roma, oh vosotros que me escucháis y me seguís con amor, porque llega la hora de la terrible calamidad.

El Señor Dios os bendice y os exhorta a que atendáis todos sus llamamientos para que nazca en vosotros la vida para siempre.

Salvaos, hijos míos, confesad vuestros pecados, preparaos para el encuentro conmigo, vuestro Dios-Amor.

Jesús os espera en el Santísimo Sacramento para honraros con Él. Que no se turbe vuestro corazón, sino que se alegre por aquel que viene a sostenerlo en sí mismo.

Bienaventurados los que escuchen Mi Voz y la pongan en práctica, porque disfrutarán de todo Mi Bien.

Se acerca la Navidad, ¿qué te traerá Jesús en su infinito Amor? ¡Él te traerá por fin su infinito Bien! Quien venga a Mí, verá.

Sólo yo soy el Salvador. He aquí que vengo a remediar el mal y a hacer el bien donde no lo hay.

              ¡Dios os ama!