Lunes, 25 Febrero 2013
Mi querida hija, los tiempos que se avecinan sacarán al mundo de su letargo, independientemente de la religión que la gente siga, si es que la sigue, porque la voz del cuerno pequeño llamará la atención de todo el mundo.
Sentado en la silla de Pedro, este impostor gritará en voz alta y proclamará con orgullo su solución para unir a todas las Iglesias en una sola.
Aclamado como un innovador moderno, será aplaudido por el mundo secular porque condonará el pecado.
Introducirá nuevas leyes, que no sólo contradicen las enseñanzas de la Iglesia Católica, sino que irán en contra de todas las leyes cristianas.
Los sacerdotes que se oponen a estos mensajes se verán obligados a reconsiderarlos cuando se revele la terrible verdad.
La verdad de Mi Palabra, entregada a ti, hija Mía, se les irá revelando poco a poco.
Cómo llorarán de dolor cuando se den cuenta de que soy Yo, Jesucristo, quien -con la bendición de Mi Padre- te revela las profecías del tiempo del fin en cada detalle.
Entonces devorarán cada palabra de mis sagrados labios mientras revelo más eventos por venir, con el fin de preparar a la humanidad.
Es esencial que el hombre escuche y responda a Mi Llamada, para que pueda salvar a todos de las garras de la bestia.
El Falso Profeta, mientras está ocupado con sus elevadas ambiciones para impresionar a los católicos del mundo, será empujado a un lado, por un tiempo, porque el Anticristo entrará ahora en el escenario mundial, como fue predicho.
Cuando escuchéis los informes de los medios de comunicación sobre el nuevo, prometedor y hábil negociador de la paz, sabréis quién es. Él será un aliado muy cercano del Falso Profeta y no tengáis ninguna duda sobre quién es, el hijo de Satanás.
Ningún hombre, ningún enemigo, tiene más poder que Dios.
Pero la batalla por las almas debe ser peleada, como fue predicho.
Difundiendo Mi Palabra, Mis Mensajes y mis oraciones, me ayudaréis a salvar las almas que necesito, para que mi Nuevo Paraíso pueda llenarse con todos los hijos de Dios.
Siempre confiad en mí, vuestro Jesús, ya que os guiaré y protegeré durante esta abominación en la Tierra.
Os prometo que el período será corto.
Tu Jesús