Todo está planeado: unos se apoyan a otros; Bergoglio aprovecha la dimisión de un arzobispo francés, descubierto en una relación sentimental para arremeter contra el 6º Mandamiento, y acto seguido los periódicos manipuladores aplauden las consignas del usurpador.
Este Mandamiento es uno de los pocos que engloba sólo pecados mortales: prostitución, adulterio, fornicación, masturbación, pornografía, incesto, violación, homosexualidad, anticoncepción, esterilización... Mandamiento violado por muchos de los que Bergoglio ha escogido como colaboradores directos: homosexualidad, acoso a seminaristas, abuso sexual de menores… el resto son herejes o ocultadores de dichos pecados.
Ocasiones en las que el pseudo papa ha denigrado dicho mandato divino no faltan: (junio de 2016: "Conozco a parejas que viven en concubinato que son tan fieles que estoy seguro que tienen la gracia del sacramento del matrimonio", la bendición a la pareja dirigente del gobierno colombiano en adulterio, al afirmar que Biden (`casado´con una divorciada) "es un buen católico", el infame panfleto Amoris L, o incluso la inserción como Magisterio en las Actas de la Sede Apostólica de la carta de los obispos de Buenos Aires que impulsaban la comunión a los divorciados `recasados´en convivencia, y la respuesta de Bergoglio: "No hay otras interpretaciones posibles", entre otras muchas.
Del periódico inglés The Times:
El Papa Francisco ha dicho a los católicos que creen que deben abstenerse de tener relaciones sexuales fuera del matrimonio o enfrentarse al fuego del infierno que es hora de relajarse y preocuparse por pecados más graves.
En una conversación sincera con los periodistas, Francisco afirmó que las travesuras de la gente en su dormitorio no eran exactamente su prioridad. "Los pecados de la carne no son los más graves", dijo, añadiendo que el orgullo y el odio eran "los más graves".
La cuestión surgió durante una sesión de preguntas y respuestas con periodistas en su vuelo de regreso de un viaje a Grecia y Chipre el lunes. Se le preguntó por la dimisión del arzobispo de París, Michel Aupetit (…)
