La curia persiguió al P Fuentes por la entrevista a Sor Lucía


El 26 de diciembre de 1957, el padre Agustín Fuentes, que se preparaba para ser el postulador de las causas de beatificación de Francisco y Jacinta Marto, conoció a sor Lucía en su convento de Coimbra, Portugal. Allí pudo conversar largamente con la vidente de Fátima. A su regreso a México, organizó una conferencia de prensa sobre su encuentro, en la que informó de las palabras de la Hermana Lucía. El padre Alonso, archivero oficial de Fátima desde hace más de 16 años, dijo que el relato de esta conferencia se publicó "con todas las garantías de autenticidad y con la debida aprobación episcopal, incluida la del obispo de Fátima".

El padre Fuentes afirmó que el mensaje salió "de los propios labios de la vidente principal".


CUENTA DEL PADRE FUENTES

Me gustaría contarles la última conversación que tuve con la hermana Lucía el 26 de diciembre (del año pasado). La conocí en su convento. Se veía muy triste, muy pálida y demacrada. Ella me lo dijo".

1) "Nadie prestó atención

"Padre, la Santísima Virgen está muy triste porque nadie ha prestado atención a su Mensaje, ni los buenos ni los malos. Los buenos siguen su camino pero sin dar importancia a su Mensaje. Los malvados, sobre los que aún no ha caído el castigo divino, también continúan su vida pecaminosa, sin preocuparse del Mensaje. Pero créame, Padre, Dios castigará al mundo y lo hará de una manera terrible. El castigo del Cielo es inminente".


2) El secreto aún no revelado

"Padre, ¿cuántos días faltan para la llegada de 1960? Será un año muy triste para todos, nadie podrá sentir alegría si el mundo no reza y hace penitencia. No puedo dar más detalles, porque todavía es un secreto. Según la voluntad de la Santísima Virgen, sólo el Papa y el Obispo de Fátima pueden conocer el secreto, pero ellos prefirieron no conocerlo para no ser influenciados por él. Esta es la tercera parte del mensaje de la Virgen, que permanecerá en secreto hasta 1960".

3) Rusia, el azote de Dios

"Dígales, Padre, que muchas veces la Santísima Virgen nos ha dicho, a mis primos Francisco y Jacinta y a mí, que muchas naciones desaparecerán de la faz de la tierra. Ha dicho que Rusia será el instrumento elegido por el Cielo para castigar al mundo entero, si no conseguimos antes la conversión de esa pobre nación."

4) "La batalla decisiva" entre María y Satanás: la caída de las almas consagradas y de los sacerdotes

Sor Lucía me dijo: "Padre, el demonio está a punto de librar una batalla decisiva contra la Santísima Virgen. Y el diablo sabe qué es lo que más ofende a Dios y lo que le hará conseguir el mayor número de almas en poco tiempo. Por eso, el demonio hace todo lo posible para sacra lo máximo de las almas consagradas a Dios, porque sabe que así, las almas de los fieles, dejadas sin guía, caerán más fácilmente en sus manos."

"Lo que ofende especialmente al Corazón Inmaculado de María y al Corazón de Jesús es la caída de las almas de los religiosos y sacerdotes. El diablo sabe que por cada religioso o sacerdote que reniega de su santa vocación, muchas almas son arrastradas al infierno... Por eso el diablo anhela apoderarse de las almas consagradas. Intenta por todos los medios corromperlos, adormecer las almas de los fieles y llevarlos a la peor impenitencia. Utiliza todo tipo de trucos, llegando a sugerir un retraso en el ingreso a la vida religiosa. De ahí la esterilidad de la vida interior y, entre los laicos, la frialdad (falta de entusiasmo) ante la perspectiva de renunciar a los placeres terrenales para dedicarse totalmente a Dios".


5) Lo que santificó a Jacinta y Francisco

"Dígales también, Padre, que mis primos Francisco y Jacinta se sacrificaron porque, en todas las apariciones, la Santísima Virgen parecía muy triste. Nunca nos sonrió. Esta tristeza, esta angustia que percibimos en Ella penetró en nuestras almas. La causa son las ofensas a Dios y los castigos que amenazan a los culpables. Así que los niños no sabíamos qué hacer, excepto encontrar diferentes formas de rezar y hacer sacrificios".

La otra cosa que santificó a mis primos fue la visión del infierno.

6) La misión de Sor Lucía

"Por eso, Padre, mi misión no es señalar al mundo el castigo material que ciertamente le espera si no se convierte a tiempo a la oración y la penitencia. No! Mi misión es recordar a cada uno de nosotros el peligro de perder nuestra alma inmortal si persistimos en el pecado".

7) La urgencia de la conversión

La Hermana Lucía también me dijo: "Padre, no debemos esperar un llamamiento del Santo Padre desde Roma, llamando al mundo a hacer penitencia. Tampoco debemos esperar a que el obispo de nuestra diócesis o las congregaciones religiosas hagan ese llamamiento. ¡No! Nuestro Señor ya ha hecho uso de estos medios muy a menudo, y al mundo no le importó en absoluto. Por eso es necesario que cada uno de nosotros comience a reformarse espiritualmente. Cada uno de nosotros tiene el deber de salvarse no sólo a sí mismo, sino también de ayudar a todas las almas que Dios pone en nuestro camino.

"El diablo hace todo lo posible para distraernos y apartarnos de la oración; nos salvaremos juntos o nos condenaremos juntos".

8) Los últimos tiempos

"Padre, la Santísima Virgen no me ha dicho explícitamente que hemos llegado a los últimos tiempos, pero hay tres razones que me llevan a creerlo".

9) La batalla final

"La primera razón es que Ella me dijo que el diablo está a punto de librar una batalla decisiva contra la Virgen. Y esta batalla decisiva es el choque final, del que un bando saldrá victorioso y el otro derrotado. Ahora tenemos que elegir un bando, ya sea con Dios o con el diablo. No hay otra posibilidad".

10) Los últimos remedios

"La segunda razón es que Ella nos dijo a mí y a mis primos que el Señor había decidido dar al mundo los dos últimos remedios contra el mal, que son el Santo Rosario y la Devoción al Corazón Inmaculado de María. Estos son los dos últimos remedios posibles, lo que significa que no habrá otros".

11) El pecado contra el Espíritu Santo

"La tercera razón es que, en los planes de la Divina Providencia, cuando Dios se ve obligado a castigar al mundo, antes de hacerlo intenta corregirlo con todos los demás remedios posibles. Ahora, cuando ve que el mundo no presta atención a sus mensajes, entonces, como decimos en nuestro imperfecto lenguaje, nos ofrece "con cierto temor" la última oportunidad de salvación, la intervención de su Santísima Madre. Lo hace "con cierto temor" porque, si ni siquiera este último recurso tiene éxito, ya no podremos esperar ningún tipo de perdón del Cielo, porque habremos sido culpables de lo que el Evangelio llama un pecado contra el Espíritu Santo, que consiste en el rechazo abierto, plenamente consciente y voluntario, de la posibilidad de salvación que se nos ofrece. No olvidemos que Jesucristo es un Hijo muy bueno y no permitirá que ofendamos y despreciemos a su santísima Madre. La historia secular de la Iglesia conserva los testimonios de los terribles castigos infligidos a quienes se atrevieron a atentar contra el honor de su Santísima Madre, mostrando cómo Nuestro Señor Jesucristo siempre defendió el honor de su Madre."

12) Oración, Sacrificio y Santo Rosario

Sor Lucía me dijo: "Los dos instrumentos que se nos han dado para salvar el mundo son la oración y el sacrificio".

A propósito del Santo Rosario, Sor Lucía dijo: "Verá, Padre, la Santísima Virgen ha querido dar, en estos últimos tiempos en que vivimos, una nueva eficacia al rezo del Santo Rosario. Ella ha reforzado tanto su eficacia que no hay problema, por difícil que sea, material o sobre todo espiritual, en la vida privada de cada uno de nosotros o en la vida de nuestras familias, en las familias del mundo entero, en las comunidades religiosas o incluso en la vida de los pueblos y de las naciones, que no pueda ser resuelto por el rezo del Santo Rosario. No hay ningún problema, os digo, por difícil que sea, que no se pueda resolver con el rezo del Santo Rosario. Con el Santo Rosario, nos salvaremos, nos santificaremos, consolaremos a Nuestro Señor y obtendremos la salvación de muchas almas".

13) Devoción al Corazón Inmaculado de María

"Finalmente, la devoción al Corazón Inmaculado de María, nuestra Santísima Madre, consiste en considerarla como sede de la clemencia, de la bondad y del perdón, y como camino seguro para entrar en el Paraíso"(2).

Reacción eclesiástica a esta entrevista

La entrevista a Sor Lucía, publicada por el padre Fuentes, provocó más de un año después una fuerte reacción de la curia episcopal de Coimbra, diócesis en la que se encontraba el convento de Lucía. Publicó un comunicado anónimo en el que acusaba al padre Fuentes de inventar esas declaraciones de la hermana Lucía, afirmando que ésta había acusado de falso el testimonio publicado.


La curia declaró que el padre Fuentes se había inventado completamente las afirmaciones hechas en este artículo. Hasta la fecha, nadie ha asumido la responsabilidad de redactar dicha declaración. Al ser anónimo, dicho documento no tiene valor jurídico y es nulo.
En México, el arzobispo Manuel Pío López y el cardenal José Garibi y Rivera defendieron al padre Fuentes, pero sin éxito. De hecho, fue destituido como postulador de la beatificación de Jacinta y Francisco, y posteriormente fue sustituido por el padre Luis Kondor.

Comentario

¿Qué ha provocado esta reacción? Alguien mintió sobre la entrevista entre el padre Fuentes y la hermana Lucía. Tanto el padre Kondor como el padre Alonso creían que el padre Fuentes no había falsificado los relatos de su entrevista con la hermana Lucía. Tras ser nombrado archivero oficial de Fátima en 1966, el padre Alonso adoptó inicialmente la opinión de que el padre Fuentes había inventado las declaraciones que atribuía a la hermana Lucía.

Sin embargo, después de diez años de estudiar e investigar los archivos de Fátima y de reunirse con la Hermana Lucía, el Padre Alonso cambió su opinión e incluso intentó rehabilitar al Padre Fuentes. Afirmó que los textos de la conferencia de Fuentes "no decían nada que no hubiera dicho ya la Hermana Lucía en sus numerosos escritos, ya publicados". También afirmó que "el texto genuino... no contiene, en mi opinión, nada que haya podido dar lugar a la declaración difamatoria emitida por Coimbra". Por lo tanto, podemos concluir con certeza que la respuesta de la Curia a la entrevista publicada por el Padre Fuentes es un indicio de que el mensaje de Sor Lucía es algo que se pretende silenciar.
Notas

Frère Michel de la Sainte Trinité, The Whole Truth About Fatima, Volume III: The Third Secret (Immaculate Heart Publications, Buffalo, New York, 1990) pp. 504-508.

El padre Alonso también creyó, al principio, que el padre Fuentes había fingido la entrevista. Pero en 1975, después de estudiar los documentos de Fátima durante algún tiempo, llegó a la conclusión de que lo más probable es que fueran palabras pronunciadas por la Hermana Lucía. Para más información, véase Toda la verdad sobre Fátima, vol. III, pp. 552-554.


Fuentes: Este tema ha sido tratado ampliamente por el Hermano Michel de la Sainte Trinité, en el Tercer Volumen de su serie Toda la Verdad sobre Fátima. El siguiente texto es una traducción, aparecida en inglés en The Fatima Crusader, de los textos en español e inglés publicados en el libro del Hermano Michel El Tercer Secreto (Vol. III, pp. 336-338). Se han añadido subtítulos para mayor comodidad.1