Texto (inédito) del mensaje de La Salette



Estimados StilumCuriales, nuestro polifacético escritor artesano, Sergio Russo, y Rosanna Maria Boccacci, nos envían este artículo que ofrecemos para su atención y reflexión. Feliz lectura.

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Encontrado en un texto (inédito en italiano) del mensaje de La Salette,

Palabras que parecen ser una instantánea de lo que ocurre hoy en Italia,

Por la “vacuna” y el correspondiente “Pase Verde”, acompañado de una nueva confirmación -siempre profética- de San Paisio del Monte Athos.

 

“En verdad, el Señor no hace nada sin haber revelado su consejo a sus siervos, los profetas” (Amos 3, 7)

 

Debemos agradecer a nuestro amigo común, Samuele Maniscalco, que nos haya hecho llegar este texto: Vie de Mélanie, bergère de la Salette/Vie de Mélanie Calvat, bergère de la Salette, écrite par elle-même en 1900, en francés, en el que la misma Mélanie Calvat precisamente, la conocida vidente de las Apariciones Marianas de La Salette (Francia, 1846), en un momento dado escribe -para ser exactos, en la página 195- estas proféticas palabras, enigmáticas en su momento, pero que hoy se han vuelto notablemente claras y explícitas, ya que fotografían la situación actual en Italia, pero no sólo allí, dolorosamente inmersa en esta dramática y deshumanizada pseudo pandemia, y obviamente para todos aquéllos que aún tienen ojos para ver e intelecto para razonar.

A continuación, el texto en cuestión, con nuestro comentario personal entre corchetes:

“… Imprevistamente, mi espíritu se encontró en una habitación grande y semioscura. Había un gran número de caballeros, la mayoría de los cuales escribían en cuadernos o en hojas rojas sueltas. [Aquí se alude, con toda claridad, a las tramas urdidas por la masonería, que acostumbra a operar en secreto (la sala “semioscura”) y a escribir en “hojas rojas”, tanto porque sus órdenes deben ser recibidas y ejecutadas con prontitud por las distintas logias internacionales, como porque el “rojo” es el color que distingue a su “maestro”: ese enorme dragón rojo de apocalíptica memoria]. Los que parecían ser los líderes de esta asamblea parecían estar obsesionados con el diablo [como nos ha sido revelado, por algunos exiliados de la masonería, que en los grados más altos de su jerarquía hay una adoración explícita a Lucifer]; hablaban y gesticulaban frenéticamente y daban órdenes: una cruz fue derribada de una pared de la sala y arrojada bajo sus pies y rota; [no es ningún misterio su feroz aversión a todo lo sagrado y cristiano, católico en particular] gritaron: ¡bravo! Luego vinieron los despachos, los paquetes postales (¡dirá usted, mi reverendísimo padre, que los paquetes postales sólo existen desde hace unos veinticinco años! Pero no sé si también había despachos en aquella época y también vi los ferrocarriles); estos paquetes se entregaban a los farmacéuticos (designados). [Si aquí se menciona a los “farmacéuticos”, es obvio que estos paquetes contienen pseudo vacunas]. 

En esta asamblea diabólica había tres sacerdotes, uno de los cuales era extranjero. [La falsa Iglesia, hasta sus más altas esferas (encabezadas por el “Obispo vestido de blanco”, el que llegó a Roma desde el “fin del mundo”, para que quede claro…ha colaborado, desde el principio, en tan perversos y demoníacos planes de exterminio y despoblación]. 

Leyeron lo que habían escrito en sus cuadernos. Oh, horror… Incluso las hojas rojas volantes fueron leídas, luego firmados por uno de los dirigentes y entregados en paquetes a cinco de ellos, para ser enviados a la hora señalada, [aquí parece que se captan precisamente a los llamados “DPCM”, extraña pero muy indicativamente, redactados casi siempre de noche, pasando a menudo por encima del parlamento, legítimamente elegido, pero sólo formalmente representativo…], después todo esto desapareció. 

“Señor mío y Dios mío, ¿qué he visto? Mi querido Jesús, por toda tu Pasión, por los méritos de tu preciosa Sangre, ¡quita de mi vista tantas iniquidades!”. De la luz de la gran presencia del Altísimo oí su dulce voz en mi interior: “Hija mía, la asamblea que has visto está compuesta por sectarios, que son enemigos de Dios y de la Iglesia; [aquí es el Señor mismo quien confirma a Melanie quiénes son realmente, llamándolos “sectarios”: los únicos capaces de perpetrar a sabiendas tales abominaciones…] su número aumentará cuanto más fieles pierdan la fe y descuiden la oración [Una implacable “instantánea” de la actualidad, concretamente de Italia]. Los hombres que escribían en los cuadernos estaban preparando nuevas leyes y nuevos códigos, que sofocarán toda justicia y coronarán la iniquidad. [¡Idem como antes!]  Las hojas sueltas son sentencias, ordenanzas que se colocarán en las calles y plazas públicas. [Una confirmación más de estos “DPCM”, que han burlado los derechos consagrados en la Constitución, transformando los Estados democráticos actuales en cínicos y crueles regímenes dictatoriales, aunque enmascarados bajo “guantes de terciopelo”, como denunció en su momento San Juan Pablo II].

Los paquetes postales son medicamentos: los farmacéuticos (elegidos) pondrán las dosis necesarias (veneno lento o rápido) según el caso… [Interesante advertir como las especificaciones de lento y rápido dan ahora sentido a las diversas muertes súbitas, así como a la aparente “no letalidad” -¡pero sólo por ahora! – diferentemente demostrada entre la mayoría de las personas que fueron convencidas (¡pero también chantajeadas!) para la inoculación de estos sueros experimentales. Además, señalamos, la expresión “según el caso”, porque esto explicaría las diferentes concentraciones del principio activo, presentes en las “vacunas”, ya que va desde la inofensiva solución fisiológica hasta las dobles y/o triples dosis, capaces de provocar efectos adversos devastadores, más o menos inmediatos, para terminar en verdaderas muertes súbitas y aparentemente inexplicables]”.

 

También hay un interesante artículo de mi amigo y colega escritor, Gianluca Marletta, (disponible en su página web, en el enlace: http://www.gianlucamarletta.it/wordpress/2022/01/san-paisios-vaccino/), en el que también señala que:

“Confieso que, al principio, yo también era bastante escéptico respecto a la supuesta profecía del gran maestro espiritual ortodoxo San Paisios del Monte Athos, sobre una enfermedad, y una vacuna que se impondría como anticipo de la apocalíptica Marca de la Bestia. Eso fue hasta que me encontré frente al texto griego de la profecía, publicado en 1999 (¡hace 23 años!) en una colección de escritos de Paisios. Mi asombro proviene de la increíble similitud (casi una fotografía) de la realidad actual, absolutamente impensable en un hombre que dejó este mundo en 1994…

De hecho, el padre Paisios del Monte Athos fue una de las figuras espirituales más importantes de la ortodoxia griega del siglo pasado. Hombre de profundísima espiritualidad, San Paisios es también conocido por sus dones de clarividencia, de lo que dan testimonio muchas personas que han recogido sus charlas a lo largo de los años.

Concretamente, la profecía sobre la “vacuna obligatoria” y su siniestro papel está contenida en el tomo titulado “El Despertar Espiritual”, publicado en Tesalónica en 1999 (en tiempos absolutamente insospechados), del que en la página 101 podemos leer: “Entonces empezarán a matar también a los humanos. ¡Han puesto (con la tecnología) un sello en los atunes y los están siguiendo vía satélite para ver en qué mar están!

Ahora, vuelve a aparecer una enfermedad para la que encuentran una vacuna que se hará obligatoria y, con ello, le aplicarán un sello. ¡Cuántas personas están ya estampadas con rayos láser, algunas en la frente y otras en las manos! Después de eso, cualquiera que no esté sellado con el número 666 no podrá vender, ni comprar, ni pedir un préstamo, ser nombrado, etc. El contador dice que con este sistema el Anticristo quería apoderarse de todo el mundo y, si nadie está en el sistema, no podrá trabajar, etc., ya sean rojos, negros o blancos, es decir, todos. Será impuesta por un sistema económico que controlará la economía mundial, y sólo aquéllos que hayan recibido el sello, el sello 666, podrán comerciar”.

El sello (sfraghìs) se refiere así a la “marca de la Bestia” mencionada en el Apocalipsis. Según el padre Paisios (fallecido hace 28 años), esta futura “vacuna obligatoria” constituirá, por tanto, el comienzo de la imposición de esa marca, sin la cual no se podrá “ni comprar ni vender”.

Finalmente, el texto continúa afirmando que este sello traduce, a nivel corporal, la cifra 666 del Anticristo. En el contexto general dice que, para instaurar su reino, el Anticristo se servirá de una serie de aplicaciones, a diferentes niveles, de esta marca, y será utilizada para controlar el mundo entero, en todos sus procesos fundamentales. Los que lleven estas marcas sufrirán entonces los dolores descritos en el capítulo 10 del Apocalipsis, y llegarán a comerse la lengua a causa del dolor. Los “no marcados”, en cambio, encontrarán ayuda en Cristo”.

 

¿Qué dicen ustedes, queridos lectores, no es esto increíble, y sólo puede explicarse racionalmente por una intervención directa de Dios y sus Ángeles, que desean advertir a los “pequeños del Señor”, a los que son sus servidores, devotos y amigos… ¿No les parece?

 

Rosanna Maria Boccacci y Sergio Russo

 

Publicado originalmente en italiano el 29 de enero de 2022, en https://www.marcotosatti.com/2022/01/29/boccacci-russo-un-testo-inedito-in-italiano-de-la-salette-sui-nostri-tempi/