Benedicto se une a bergoglio en la consagración



Benedicto XVI se unirá en privado a Francisco y a la mayoría de los obispos del mundo en la consagración de Rusia y Ucrania el 25 de marzo, sin embargo, no estará presente en San Pedro.

El arzobispo Georg Gänswein dio esta información a CatholicNewsAgency.com.

Interviniendo BXVI, el Cielo derramará sus gracias de una manera que no sabemos pero ciertamente no en la medida que se pretende.

Y nótese que esta consagración posee una meta torcida, no acorde con el Cielo, porque se ha solicitado por miedo a que prolifere la guerra, no con un fin espiritual de conversión/salvación de las almas, propósito primero de las apariciones de Fátima. Sin conversión habrá guerra, dicen los mensajes, pero aquí se invierten los términos pues no se pide a la población una enmienda de vida, sino que se pide a Dios que arregle un mal sin mediar la penitencia, un mal que es precisamente producto del pecado.

También es de destacar que muchos cristianos se adherirán a esta intención con sus oraciones lo cual reportará beneficios para la Iglesia y la conversión de los pecadores en este período cuaresmal.

De todas formas, es improbable que los obispos más progresistas se adhieran a una consagración que busca salvar vidas humanas y evitar la destrucción de un país, ya que apoyando el aborto o la eutanasia, y sobre todo la comunión sacrílega a protestantes, divorciados vueltos a casar, gays, abortistas… demuestran su nula sensibilidad tanto hacia Jesús Eucarístico como hacia los fieles pues abiertamente y sin arrepentimiento procuran la trágica muerte de Dios en las almas, mucho más grave por su trascendencia eterna.


en.news/María Ferraz