bergoglio: la Iglesia (y la Virgen) tienen defectos (2013)




María Ferraz

"Un hombre (bergoglio) que necesita convertirse a la fe católica (ya antes de que fuera elegible para el papado) ha dado un espectáculo al pedir la conversión de Rusia a la fe católica en un acto público exigido hace 100 años por la Reina del Cielo de la que antes se ha burlado en público en varias ocasiones"

Por ejemplo en septiembre de 2013, cuando aseveró que la Iglesia e indirectamente la Virgen, tienen defectos; bergoglio, sibilinamente al enunciar al comienzo de la Audiencia que lo que se puede decir de la Iglesia, se puede decir de la Virgen, porque ambas son madres, nos transmite la idea que María no fue Inmaculada. 
Ver*

Pero la Iglesia, como decimos en el Credo es Una, Santa… (porque no hay quien entre en ella si no estuviere lavado y santificado por el Bautismo, como dice el mismo Cristo. Lo segundo, porque todas sus ceremonias, ritos, sacramentos y determinaciones se ordenan a la santidad y a la virtud; quiere que sus hijos sean santos y virtuosos. Lo tercero, porque fuera de ella no hay virtud ni santidad. Lo cuarto, porque Cristo Nuestro Señor, que es cabeza y esposo de toda la Iglesia, es el Santo de los Santos.) Por tanto no cabe decir que la Iglesia tiene defectos.

Otra cuestión es que los miembros humanos sean pecadores. 


PAPA FRANCISCO

AUDIENCIA GENERAL 

Plaza de San Pedro
Miércoles 11 de septiembre de 2013



Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

Retomamos hoy las catequesis sobre la Iglesia en este «Año de la fe». Entre las imágenes que el Concilio Vaticano II eligió para hacernos comprender mejor la naturaleza de la Iglesia, está la de «madre»: la Iglesia es nuestra madre en la fe, en la vida sobrenatural (cf. const. dogm. Lumen gentium, 6.14.15.41.42). (…)¿En qué sentido y de qué modo la Iglesia es madre? Partamos de la realidad humana de la maternidad: ¿qué hace una mamá?

Una madre, ante todo, genera a la vida, lleva en su seno durante nueve meses al propio hijo y luego le abre a la vida, generándole. Así es la Iglesia: nos genera en la fe, por obra del Espíritu Santo que la hace fecunda, como a la Virgen María. *La Iglesia y la Virgen María son madres, ambas; lo que se dice de la Iglesia se puede decir también de la Virgen, y lo que se dice de la Virgen se puede decir también de la Iglesia. (…)

Esto nos hace comprender una cosa importante: nuestro formar parte de la Iglesia no es un hecho exterior y formal, no es rellenar un papel que nos dan, sino que es un acto interior y vital; no se pertenece a la Iglesia como se pertenece a una sociedad, a un partido o a cualquier otra organización. El vínculo es vital, como el que se tiene con la propia madre, porque, como afirma san Agustín, «la Iglesia es realmente madre de los cristianos» (De moribus Ecclesiae, i, 30, 62-63: pl 32, 1336). Preguntémonos: ¿cómo veo yo a la Iglesia? Si estoy agradecido con mis padres porque me han dado la vida, ¿estoy agradecido con la Iglesia porque me ha generado en la fe a través del Bautismo? (…) *¿Amamos a la Iglesia como se ama a la propia mamá, sabiendo incluso comprender sus defectos? Todas las madres tienen defectos, todos tenemos defectos, pero cuando se habla de los defectos de la mamá nosotros los tapamos, los queremos así. Y la Iglesia tiene también sus defectos: ¿la queremos así como a la mamá, le ayudamos a ser más bella, más auténtica, más parecida al Señor? Os dejo estas preguntas, pero no olvidéis la tarea: buscad la fecha de vuestro Bautismo para llevarla en el corazón y festejarla.(…)



Fuente: Vatican.va:

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