La consagración bergogliana-globalista


Se ha publicado el texto completo de la oración de "consagración" propuesta para el 25 de marzo. 

El evento del 25 de marzo será "justo lo que uno debe esperar de la iglesia conciliar, una operación humanista revestida de imágenes religiosas para engañar a los ingenuos"

Más concretamente, el texto oficial de la "consagración" es, en el fondo, un manifiesto bergogliano-globalista escrito en forma de oración. Sí, incluye un buen número de expresiones católicas. Sin embargo, al mismo tiempo, contiene una serie de afirmaciones que equivalen a una distorsión de la única y verdadera Fe. 

Por lo tanto, aplicando la advertencia bíblica relativa a un poco de levadura, exige ser rechazada por quienes tienen un auténtico sensus Catholicus. 

Esto no quiere decir que los católicos fieles deban abstenerse de elevar su voz a la Virgen de manera especial el viernes. (NT: se puede rezar por la salvación de las almas y para detener la escalada de la guerra sin unirse a bergoglio)

El texto de la llamada oración de consagración está cargado de palabras y frases de moda bergoglianas-globalistas. Por ejemplo: 

- Hemos ignorado los compromisos que asumimos como comunidad de naciones. 

- Hemos traicionado... las esperanzas de los jóvenes. 

- Hemos pensado sólo en nuestras propias naciones y en sus intereses.

- Hemos dejado de ser guardianes de nuestro vecino y administradores de nuestra casa común.

- Nuestro Padre celestial, que desea que seamos hermanos y hermanas. (¿Tutti Fratelli o algo así?) 

- En nuestros días... la fraternidad se ha desvanecido.

Cada una de estas afirmaciones encajaría cómodamente en la retórica de las Naciones Unidas y del Foro Económico Mundial.

En otros lugares, el texto sugiere que los que vivimos en el mundo moderno disfrutamos alguna vez de una auténtica paz:

- Hemos malgastado el don de la paz.

- Reina del Cielo, devuelve al mundo la paz de Dios.

- Que... el suave ritmo de la paz vuelva a marcar nuestros días.

¿Recuerdas cuando el suave ritmo de la paz marcaba nuestros días, verdad? Yo tampoco, y la razón es sencilla. Como explicó el Papa Pío XI en Quas Primas:

Cuando los hombres reconozcan, tanto en la vida privada como en la pública, que Cristo es el Rey, la sociedad recibirá por fin las grandes bendiciones de la libertad real, la disciplina bien ordenada, la paz y la armonía... El resultado será una paz y una tranquilidad estables, porque ya no habrá ninguna causa de descontento... La paz y la armonía también serán el resultado, porque con la difusión y la extensión universal del Reino de Cristo los hombres serán cada vez más conscientes del vínculo que los une, y así muchos conflictos se evitarán por completo o, al menos, se disminuirá su amargura ... Si el Reino de Cristo, entonces, recibe, como debe, a todas las naciones bajo su camino, no parece que debamos desesperar de ver esa paz que el Rey de la Paz vino a traer a la tierra. (cf. Papa Pío XI, 1925, Quas Primas)

¿Entiendes? La clave de la verdadera paz es la reunión de las naciones bajo el Reino de Cristo -no la ONU ni el FEM- sino el Reino de Cristo. ¿Y qué es el Reino de Cristo? El Santo Padre nos dice que es la Iglesia Católica.

Sin embargo, el texto bergogliano-mundialista se atreve a hablar a la Virgen como si el camino de la paz fuera aún desconocido. 

- Guíanos ahora por los caminos de la paz. 

- Arca de la Nueva Alianza, inspira proyectos y caminos de reconciliación.

No es necesario que la Virgen inspire proyectos humanos (se piensa en la Agenda 2030 y en el Great Reset, por ejemplo). El único proyecto que puede reconciliar a Dios con el hombre, y a los hombres entre sí, ha sido dado en la Comisión Divina, y es el único que iniciará el reinado de Cristo Rey, ¡trayendo así la paz al mundo!  

Ciertamente, la consagración de Rusia al Corazón Inmaculado de María, como pidió Nuestra Señora de Fátima, actuaría como un catalizador hacia el reino de Nuestro Señor, (NT: si fuera hecha por el verdadero Papa y con las condiciones que pidió la Virgen) pero es un error -desgraciadamente común, incluso entre los llamados tradicionalistas- imaginar que la consagración es algo así como un sustituto de la misión dada a la Iglesia por Cristo Resucitado hace casi dos mil años. No es así.

Además, el reino de Nuestro Señor es el único medio por el que la humanidad puede realizar los puntos contenidos en la lista de control bergogliana-globalista anteriormente citada: Una verdadera comunidad de naciones; una genuina fuente de esperanza; una auténtica preocupación por el bien del prójimo; la adecuada conservación de la creación de Dios, y una verdadera fraternidad humana. 

Los bergoglianos-globalistas no creen en esto: No se dejen engañar por su retórica engañosa, no son católicos. Uno puede estar seguro de que Nuestro Señor no se deja engañar por su falsa piedad, y les recompensará en consecuencia.

Sí, el texto (como todas las operaciones diabólicas) contiene, como ya se ha dicho, cualquier cantidad de verdades. Por ejemplo, se dirige a Nuestra Señora diciendo:


- No dejas de guiarnos hacia Jesús, el Príncipe de la Paz.

- Tu Corazón Inmaculado es un refugio para la Iglesia y para toda la humanidad.

- A través de tu corazón, amanecerá la paz.

A pesar de estas y otras afirmaciones, el texto bergogliano-mundialista es no `rezable´ por los labios católicos. 

Aun así, no cabe duda de que, el 25 de marzo, millones de personas sinceras, mal formadas y desnutridas de buena voluntad -hombres y mujeres que desean genuinamente ser y seguir siendo católicos- lo harán. 

¿Hará oídos sordos la Virgen a sus plegarias ofrecidas con inocencia? 

Una vez más, me viene a la mente el Memorare: Nunca se ha sabido que alguien que haya acudido a la protección de la Virgen, que haya implorado su ayuda o que haya buscado su intercesión, se haya quedado sin ayuda.  

Entonces, ¿qué pasa con nosotros, que por la gracia de Dios, tenemos sensus Catholicus? ¿Qué debemos hacer el 25 de marzo? ¿Debemos seguir nuestro día como si fuera un viernes de Cuaresma más?

No, no creo que debamos hacerlo. 

Me parece que sería insensato y contraproducente que imagináramos que estamos honrando de alguna manera a Nuestra Señora de Fátima, o a la tradición católica en general, ignorando la trascendencia de esta ocasión en la que millones de personas de todo el mundo clamarán a la vez a la Santísima Virgen María, Mediadora de Todas las Gracias, por su protección maternal. 

Por tanto, debemos unir nuestras voces a las suyas (NT: pero no con esta fórmula del pseudo Papa aunque unidos a las intenciones de consagración de BXVI), de una manera que refleje sin concesiones la única y verdadera Fe, teniendo en cuenta la amarga realidad de nuestra situación actual.

(…)


trad por religionlavozlibre.de Aka Catholic