Unirse a Jesús en el sagrario —Piccarreta



(80) 3o.- En cuanto a las visitas y actos de reparación, tú debes saber que todo lo que hice en el curso de los treinta y tres años, desde que nací hasta que morí, lo continúo en el sacramento del altar.

Por eso quiero que me visites treinta y tres veces al día, honrando todos mis años y uniéndote Conmigo en el Sacramento, con mis mismas intenciones, esto es, de reparación, de adoración. 

Esto lo harás en todos los momentos del día: 

El primer pensamiento de la mañana de inmediato vuele ante el sagrario donde estoy por amor tuyo, y me visites, 

el último pensamiento de la tarde, 

mientras duermes por la noche, 

antes y después de comer, 

al principio de cada acción tuya, 

caminando, 

trabajando”.


Libro del Cielo, vol 1