Carbonia 29bis Junio 2019
Pronto seremos una sola cosa en el Padre.
Esperadme con amor sincero, porque he aquí que vengo. Estableceré un reino de paz y alegría eterna. Mi nuevo pueblo será santo en mí.
Amados hijos, Yo, vuestro amoroso Dios, vengo a tomaros en Mis poderosos brazos para levantaros de esta tierra de iniquidad.
¡Mi Patria me espera para hacerme triunfar! ...todos los que me siguen son mi patria.
Hijos míos, Yo, Jesús, el Resucitado, hoy os consagro en Mi Sacratísimo Corazón, os sumerjo en Mi Preciosísima Sangre.
Celebradme con alegría, en vuestros corazones, y abrazad mi Santo Evangelio, Dios está declarando ahora el fin de esta Humanidad perversa y llena de pecado al que no quiere renunciar.
La noche será terrible, muchos corazones morirán de infarto y muchos buscarán refugio en otros lugares, pero ningún lugar estará protegido porque yo actuaré en todos los lugares.
La maldición de Dios está siendo lanzada contra este pueblo infiel que todavía crucifica a su Dios, que no tiene amor por Aquel que ha dado todo de sí mismo para su salvación.
Dejad que los planes del enemigo cobren vida, pues sólo así podréis derrotarlo: cuando vuestros ojos vean la abominación, he aquí que todo se cumplirá, la hora de su crucifixión ha llegado, mi poderosa mano los enviará al infierno, el lugar del sufrimiento eterno.
Amados hijos, esta Colina es querida por la Santísima Trinidad; en este lugar sucederán muchas gracias y se producirán muchos milagros; muchos hombres correrán a esta Colina y aquí se arrodillarán ante Aquel que se manifestará en su infinita Belleza de Dios-Amor, ante Aquel que en la Cruz salvó a esta Humanidad que no agradeció este regalo de amor y que aún se lanza contra su Dios Creador.
Las nubes del cielo se intensificarán en la oscuridad y traerán su furia contra esta Tierra, ... ¡lanzarán rayos y truenos!
¿Queréis comprender, hijos míos, que sólo en mí encontráis la salvación? ¿Deseáis, hijos míos, convertiros a mí?
No seáis insensatos, todo lo que os presenta el falsificador es la muerte, no abracéis la muerte sino elegid la vida eterna.
Esta Mi Colina, ... ¡qué belleza será! ... Cuando vuestros ojos se abran a esta magnificencia, os volveréis luminosos en Mí, vuestro corazón palpitará de alegría, vuestros labios pronunciarán las maravillas de Dios y daréis gracias a Dios por este don. Postraos ante Él y pedidle que Su todo entre y habite en él.
¡Os espero a todos!
He aquí que el tiempo de las tinieblas ha llegado, ¡ahora habrá un cisma!
Bendición y gracia para ti. ¡Amén!