¡El Arca está lista! ¡Viene María! —Carbonia

Carbonia 18bis Febrero 2017

En el camino me reconoceréis, y me seguiréis después de partir el pan.

Ahora, mis amados hijos, el tiempo de mi venida se acerca, el cielo descenderá entre los hombres y será una gran fiesta para todos los hijos de Dios.

Morid al pecado hijos míos, revestíos de luz infinita, acogedme en vuestros corazones llenos de amor por Mí, vuestro Único Bien.

Este es el camino doloroso, la subida al Calvario será vuestro gran sufrimiento, pero cuando lleguéis a la cima del Gólgota, he aquí que vendré en vuestra ayuda, os elevaré hacia Mí y os sostendré en Mí, en Mi seno os haré gustar de Mí.

Salvad vuestras almas en mí. Abrazad mi Santo Evangelio y no escuchéis la voz del hombre inicuo.

¡Todo está listo! Unas cuantas iniquidades más para los insensatos, y entonces el telón se abrirá a los ojos de los propios insensatos.

Los perseguidores estarán encima de todos Mis hijos, pero ninguno de ellos será fulminado porque Yo soy el Dios de la Salvación.

Permaneced a mi lado para disfrutar de mis beneficios; no os alejéis de la Eucaristía, pues ésta es para vosotros el Escudo y la Fuerza en la batalla contra Satanás.

No os encontréis sin Mí, para que no seáis desplazados.

¡El Arca está lista! ¡Viene María! ¡Recibidla en vosotros!

Consolad a mi Madre Celestial, pues Ella os cubrirá de sí misma y os dará de sí. En su seno os tomará para llevaros espléndidos y radiantes hasta la Cruz Gloriosa, para que Yo, a mi llegada, os encuentre a todos en Mí como os deseo.

Esta es una historia antigua.

La Casa del hombre inicuo se derrumbará ahora bajo el Sol de Justicia.

Un Nuevo Sol aparecerá de repente, y seréis tomados por Mí, el Sol del Amor Infinito.

Creed firmemente en mí y traedme almas; salvad con vuestras oraciones todas las almas que podáis.

El tiempo de la victoria del rey malvado será rápidamente decapitado, cuando desde el Cielo se escuche Mi Voz llamando a la Justicia. Mi Justicia Divina, para todos los que me acojan y abracen en mi Santo Altar.

Que mi Santa Bendición sea con vosotros.

Amaos de verdad como yo os he amado y vuestro Padre os ama. Esperad atentos. ....¡La hora es ahora!

¡Aleluya! ¡Aleluya! ¡Aleluya!


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