La locura de los poderosos está en su apogeo —Carbonia


Carbonia 4 de septiembre de 2017

Los tambores suenan a muerte, es la hora de la última escena, el telón caerá sobre la Tierra, "lo viejo pasará y lo nuevo entrará": ¡son palabras sagradas, son palabras de Dios! No os desviéis de mis caminos, avanzad sin miedo, ¡Dios está con vosotros!

Mi venida está cerca, la hora late para mi regreso a la Tierra, seréis llevados desde arriba o seréis hundidos en el infierno.

Los tambores de la guerra retumban, la locura de los poderosos está en su apogeo, contemplad, oh hombres, la codicia de los poderosos al querer ser los primados de la Tierra. Están en las últimas horas de su locura, serán puestos a prueba, tendrán que redimirse de todo el mal que han hecho a mi pueblo.

La Tierra está llena de minas a punto de estallar en cualquier momento, pero en verdad os digo: ¡Estoy dispuesto a intervenir, cuando estos seres diabólicos crean que tienen la victoria en sus manos se arreglarán cuentas Conmigo!

He aquí mis amados hijos, he aquí que vuestro Dios viene a liberaros de las cadenas de Satanás, viene a llevaros a sí mismo, a su propia vida en amor y alegría eternos.

Mi Santísima Madre está esperando para reuniros a todos consigo, para tomaros con Ella en el último desafío contra Satanás. Con Ella saldréis victoriosos, escuchadla y seguidla, pues sólo a través de mi Madre triunfaréis.

Suenan los tambores, es la hora de la última escena, el telón caerá sobre la Tierra, "lo viejo pasará y lo nuevo entrará": ¡son palabras sagradas, son palabras de Dios! Adelante, oh hombres, servidme con todo vuestro corazón en el amor sincero, no os desviéis de Mis caminos, avanzad sin ningún temor, Dios está con vosotros, y con vosotros, oh hijos del Amor, venceré este desafío y os elevaré hacia Mí para siempre.

¡Este tiempo es un tiempo de grandes conversiones!

¡Este mes Dios verá la conversión de muchos de sus hijos! Él verá el triunfo en los corazones de sus hijos, pues elegirán la Vida.

Pronto entenderéis mi lenguaje, hijos míos, porque os pondréis en mi condición, seréis transformados y formaréis parte de mí. He esperado con santa paciencia este momento que quedará escrito para siempre en las Leyes del Cielo.

En la figura de la Madre seréis colocados en la condición de ser nuevos, Ella os colocará en Su Seno y seréis engendrados nuevos en Mí, seréis renovados en Mí y me exudaréis, brillaréis conmigo porque os llevaré en Mí.

"¡Oh, Padre! ¡Padre mío!

He aquí que tu hijo es todo tuyo. ¡Está en tu mismo pecho! En tu misma luz. ¡En tu misma Eternidad!

¡Él es el Hijo del Amor!

¡El Hijo del Eterno, el Bien Absoluto! Germina en Ti porque está en Ti. En la misma naturaleza divina está en ti. En el mismo espíritu vive en ti".

¡Oh, Padre! ¡Cuánta espera! ¡Cuánto sufrimiento!

¡Y qué grande es mi deseo de reunir hacia Ti a todos tus hijos! Todos aquellos que Tú mismo me has dado, para que yo los devuelva a Ti.

¡Oh, Padre! ¡Padre mío!

Espero el momento de reunirme contigo con todos tus hijos.

 Espero que abras Tu seno de Padre-Creador y completes en Ti a tu criatura tan anhelada por Ti y por mí. Unidos en el mismo espíritu de amor, esperamos el momento de la maduración.

He aquí, oh Padre, que ha llegado el momento, es el tiempo de la cosecha, es el momento de componerlo todo para Ti, déjame descender para recoger todo el Bien para Ti, dame permiso para realizar la última escena, para poner el Sello al nuevo pueblo, a los que han permanecido fieles a Ti y esperan, temblando de amor, volver a Ti.

Sí, oh Padre, tu amor en la creación fue grande.

¡Tu génesis es aún más grande para Ti!

Oh, Padre, haz que también viva esta espera para disfrutar de todo lo que has creado, ... ¡y con los tuyos!

Ven, oh Padre, ha llegado la hora, tu pueblo espera tu grito de amor y liberación, cierra el tiempo y pon fin a lo que no te pertenece. ¡Amén!

¡Tu Hijo el Cristo por Amor!