Las autoridades sanitarias de Escocia han iniciado una investigación tras un misterioso aumento de muertes de recién nacidos, la segunda vez que se registra este fenómeno en el espacio de seis meses. (¿Tiene algo que ver la `vacunación de embarazadas? Parecería prudente tener esto en cuenta, especialmente porque los dos picos de muerte ocurrieron en un momento en que se dio luz verde a las inyecciones de covid para mujeres en gestación)
Un informe del periódico Herald subraya el "muy inusual" aumento de muertes de bebés, y da la voz de alarma después de que en marzo murieran 18 niños en las primeras cuatro semanas de vida.
Ese mismo límite de control también se superó en septiembre del año pasado, cuando se registraron 21 muertes neonatales, la primera vez que esto ocurría desde que se iniciaron los registros.
"La tasa de mortalidad neonatal fue de 5,1 por cada 1.000 nacidos vivos en septiembre y de 4,6 por cada 1.000 en marzo, frente a una media de 1,49 por cada 1.000 en 2019", informa el diario.
Public Health Scotland (PHS) dijo que las muertes no podían deberse al azar, mientras que la causa detrás del pico anterior en septiembre también "seguía siendo un misterio."
El informe señala que el consumo de vacunas ha aumentado en las mujeres embarazadas y que las infecciones por COVID durante el embarazo se asocian con una mayor probabilidad de parto prematuro, pero no encontró ninguna "relación directa" entre los aumentos de COVID y las muertes.
PHS Scotland afirma que las infecciones por COVID "no parecen haber desempeñado un papel" en la oleada de muertes de septiembre.
La Dra. Sarah Stock, de la Universidad de Edimburgo, dijo que "las cifras son realmente preocupantes", pero admitió que no conocía la causa de las muertes.