Dando más señales ahora de que el "virus de la viruela del mono" es la nueva plandemia que se va a desplegar en el mundo para infundir miedo y vender vacunas, Rusia anunció este mes (mayo de 2022) que han desarrollado una nueva prueba para supuestamente detectar el virus de la viruela del mono, y poco después anunciaron una nueva vacuna contra la viruela basada en genes que supuestamente se había desarrollado en menos de 30 días y que también funcionará contra la viruela del mono.
Además de esta "nueva" vacuna contra la viruela, una empresa farmacéutica existente en Rusia acaba de anunciar que puede producir hasta 10 millones de dosis o más al año.
Edward Slavsquat, un periodista estadounidense que vive en Moscú, informa sobre esta novedad en su sitio Substack:
Rusia crea una vacuna genética contra la viruela
Desarrollada en menos de 30 días. Segura y eficaz.
La semana pasada informamos de que el Centro Científico Estatal de Virología y Biotecnología de Rusia ("Vector") había creado una prueba para la viruela del mono en un esfuerzo por "ayudar a la Organización Mundial de la Salud a desarrollar métodos avanzados de diagnóstico rápido".
Sin embargo, un triunfo aún más impresionante de la salud pública escapó de algún modo a nuestro radar.
El 18 de mayo, Rossiyskaya Gazeta reveló que Vector estaba registrando una vacuna contra la viruela de "cuarta generación":
La vacuna OrthopoxVac es un preparado basado en un virus vaccinia vivo debilitado para la prevención de la viruela y las enfermedades causadas por ortopoxvirus relacionados. Rospotrebnadzor [la agencia federal que gestiona Vector] explicó:
"La vacuna se obtuvo "desactivando" sucesivamente seis genes de virulencia del virus original y es una composición genética que forma una inmunidad estable y al mismo tiempo tiene un alto perfil de seguridad".
Anna Popova, directora de Rospotrebnadzor y también la niñera de facto de Rusia en materia de COVID, dio una interesante actualización el 25 de mayo.
Según Popova, actualmente no es necesario realizar una inoculación masiva para protegerse de la plaga de la viruela del mono. Además, afirmó que cualquier persona que haya recibido una vacuna contra la viruela está protegida contra esta nueva amenaza potencial para la salud.
Eso suena... ¿razonable?
Pero luego añadió esto:
En Rusia hay registradas tres vacunas contra la viruela, todas ellas funcionan bien, pero "cada una de ellas es muy difícil de tolerar [un extraño eufemismo para decir "efectos secundarios"]" dijo Popova.
"Además, Vector ha desarrollado una nueva generación de vacunas reactogénicas que no provocan reacciones fuertes, y hace tres semanas se presentó para su registro en el Ministerio de Sanidad. Se presentaron los documentos, el expediente completo para el registro", dijo y añadió que actualmente se está buscando un socio para la producción en Rusia.
En resumen: Actualmente no es necesario vacunar en masa a los rusos. Pero si por alguna razón llegara a ser necesario, creamos una inyección genética segura y eficaz en menos de un mes, ya que los medicamentos ya registrados pueden causar efectos secundarios desagradables.
Pero además, ¿cómo hizo Popova esta papilla milagrosa tan rápidamente? Si solicitó el registro hace tres semanas (a partir del 25 de mayo), eso significaría que estaba listo a principios de mayo, cuando se registró el primer "caso" de "viruela del mono". ¿Cómo es posible?
¿O simplemente estaba en un estante, esperando a ser registrado? ¿Por qué hacer eso? ¿Por qué no registrarlo inmediatamente? AYÚDANOS A ENTENDERLO.
Es todo muy científico. Por cierto: Anna es una amante de la OMS
Pero ¡cuidado, Popova! Tienes competencia:
El conglomerado estatal de defensa Rostec se ha asociado con Microgen (parte del holding farmacéutico Nacimbio de Rostec) para crear su propia vacuna de alta tecnología contra la viruela.
En 2018, Nacimbio fue designado el único proveedor de vacunas para el Calendario Nacional de Inmunización Preventiva de Rusia. (No hemos podido confirmar si sigue teniendo este distinguido honor a partir de 2022). En junio de 2020, la empresa se asoció con el fondo soberano de Rusia (RDIF) para desarrollar terapias contra el coronavirus.
Para los que no lo sepan, el RDIF está invertido en una serie de curiosos "tratamientos" contra el COVID.