(…)Pueblo de Nuestro Rey y Señor Jesucristo, la jornada de oración que les solicité ha llegado como incienso precioso hasta el Trono Paterno. He de compartirles que cada día de oración ha sido totalmente agradable a Dios y han logrado atenuar en alguna medida el gran terremoto que la humanidad va a padecer.
Sin alterarles, he de mencionarles que los eventos venideros se darán uno tras otro sin descanso. Los terremotos serán de mayor intensidad provocando que la tierra pierda su estado compacto y se derrumben las altas montañas.
Pueblo de Nuestro Rey y Señor Jesucristo, el país representado por el oso tendrá una inesperada reacción lo que llevará al mundo a permanecer en zozobra y a algunos países a precipitarse en la reacción.
Cuando escuchen un estruendo desconocido, no salgan de sus hogares o lugares en donde se encuentran, no salgan hasta que reciban órdenes de movilizarse. Si aparece un resplandor fuerte y desconocido no lo miren, al contrario mantengan la cabeza hacia el suelo y no miren hasta que el resplandor desaparezca y no se muevan del lugar en donde se encuentran.
Los alimentos almacénenlos dentro de sus hogares, sin olvidar el agua, las uvas benditas, los sacramentales y lo necesario para el pequeño altar que en determinado momento se les pidió preparar en sus hogares.
Atención amado Pueblo de Dios, atención. Permanezcan atentos ante la insistencia del mal que desea llevarlos a caer. ¡No sucumban!
Les defiendo con Mi Espada. No teman.
San Miguel Arcángel