bergoglio, el monaguillo de los Rothschild


Obispo de Roma: de Vicario de Cristo a monaguillo y recadero del Globalismo

 

 

En un artículo publicado en marzo del año pasado, dimos a conocer que el papa Francisco/Bergoglio había rubricado el 8 de diciembre de 2020 una Alianza No-Santa con los dueños del ultra capitalismo globalista depredador, al mando de la baronesa Lynn Forester de Rothschild, instituyendo el Concejo para el Capitalismo Inclusivo. Con el Vaticano[1].

En un primer momento resultó sorprendente ver que el jefe de la “Iglesia pobre para los pobres” se aliaba y alineaba con los representantes más conspicuos del capitalismo ultraliberal internacional -la familia Rothschild, Visa Internacional, Mastercard, la Fundación Ford, Allianz, Merck, Estée Lauder Companies, Johnson & Johnson, British Petroleum Corporation, Bank of America, State Street Corporation, Fundación Rockefeller, Fundación Ford, etc. Pero una reflexión atenta sobre el acontecimiento permitía ver que este maridaje político-económico-religioso era la consecuencia y culminación de los pasos heterodoxos y “revolucionarios” que el pontífice Bergoglio había dado desde el comienzo de su gestión vaticana, desde el Sínodo de la familia en adelante, que en realidad tenían el objetivo de convertir públicamente a la Iglesia en un organismo híbrido (una ONG “religiosa”) sin peso específico en el escenario político mundial. Es decir, una Iglesia reducida a ser simple acompañante de las políticas implementadas por el poder globalista, configuradoras de un Nuevo Orden Mundial Liberal y promotoras del Gran Reinicio económico-social mundial, en el contexto de una nueva era histórica -la quinta- caracterizada por la imposición del Transhumanismo, es decir, el ser humano despojado de toda memoria y tradición históricas y convertido en un ente cibernetizado, una entelequia funcional sin valores trascendentes. 


En definitiva, la alianza Rothschild-Bergoglio se propone nada menos que la creación de una nueva sociedad humana, por eso ha sido institucionalizada como “una organización global sin fines de lucro establecida bajo los auspicios del Vaticano con la guía moral del Papa Francisco”, con el compromiso de “aprovechar el potencial del sector privado para crear una forma de capitalismo más inclusiva, sostenible y confiable”[2]. Pero para que no queden dudas, la socia y amiga de Jorge Mario Bergoglio ha explicitado claramente el rol secundario y subordinado que debe cumplir la Iglesia “bergogliana” en el Capitalismo inclusivo: proporcionar una base moral para el proyecto, “la poesía a la prosa” de ese capitalismo oligarca, plutocrático e inclusivo, pero teniendo en cuenta que esta “acción responsable” inclusiva y medioambientalista “está inspirada en las enseñanzas sociales de todas las religiones[3]. La “Iglesia” de Bergoglio sólo pone la música, la melodía, pero el contenido doctrinal lo ponen “las religiones”.

 

Vicar of Christ no more 

Es innegable que para dar este paso de poner a la Iglesia de Cristo a los pies de la plutocracia depredadora globalista, el Vicario de Cristo tenía que “desaparecer”. Cosa que hizo Bergoglio en abril de 2020, al “oficializar” informalmente, a través de un texto oficial vaticano, que los títulos que constituían la esencia y sustancia del oficio petrino, fueron desgajados y convertidos en simples “títulos históricos”, en cosas del pasado ya no vigentes, separados en el texto mismo de la persona del Pontífice, en este caso, Jorge Mario Bergoglio (¡sin siquiera mencionar a Francisco, pero sí su biografía!).

  Anuario Pontificio 2020

 

A partir de este hecho, por un lado, don Jorge Mario Bergoglio prosiguió y profundizó la ruptura con la Tradición y el Magisterio en todos los niveles posibles (dogmático, litúrgico, canónico, formativo, pastoral, etc.), y por otro lado diluyó toda referencia a la Revelación, citándola ocasionalmente para justificar sus propias posturas.

En este sentido, es muy llamativo que en sus discursos, homilías e intervenciones esté ausente a lo largo de los años la presencia activa y central de Jesucristo. Como afirmara el vaticanista Aldo Maria Valli, en un notable artículo, Roma sin Papa. Es Bergoglio, no Pedro[4], en la actualidad no hay un Papa que guíe la nave de la Iglesia en nombre de Cristo; en Roma está Bergoglio, pero no como sucesor de Pedro, porque no hace lo que debe hacer un Papa: no predica al Dios de la Biblia, sino a “un Dios adulteradodebilitado, o mejor aún, adaptado al hombre y su exigencia de ser justificado, aunque viva como si el pecado no existiese”. Es que “el Dios del que habla Bergoglio no es el Dios que perdona, sino el que disculpa”, un Dios que acompaña, pero que “no convierte”, constituyendo un Dios que es una “caricatura del Dios de la Biblia”[5]. Con su prédica y con su accionar, concluye el autor citado, Bergoglio/Francisco no sólo ha renunciado a cumplir con los deberes de su oficio petrino, poniéndose él mismo en primer plano, sino que también ha diluido la presencia real de Cristo en la Iglesia, convirtiéndolo en un profeta de la autoayuda y de la auto complacencia.

 

Monaguillo, promotor de experimentos y recadero de Klaus Schwab y Bill Gates

Al despojarse de su título de “vicario de Cristo”, el hasta entonces papa Francisco tuvo que llenar ese vacío esencial. Como expondremos a continuación, lo hizo mediante actitudes que, en definitiva, muestran que el obispo de Roma cayó en la mundanidad espiritual que criticara al comienzo de su pontificado.

A) Monaguillo de los Rothschild. Ya hemos expuesto líneas arriba[6] de qué modo, a partir del 8 de diciembre de 2020 se “presentó al mundo” la iniciativa globalista denominada “Council for the Inclusive Capitalism. With the Vatican” [Concejo para el Capitalismo Inclusivo. Con el Vaticano] y cómo pasó a desempeñarse como capellán-monaguillo de la plutocracia financiera e industrial internacional, nucleada por la baronesa Forester de Rothschild, poniendo la “música” a la iniciativa[7].

En realidad, las acciones “heterodoxas revolucionarias al gusto del mundo” de Bergoglio previas a la creación del Concejo adecuaron a la Iglesia al nuevo mundo diseñado por la plutocracia angloamericana que conduce la famosa familia bancaria: poner en debate la indisolubilidad del vínculo matrimonial, la relativización doctrinal frente al pragmatismo, la casuística y las “circunstancias”, el “culto” de la madre Tierra, la aceptación de vacunas elaboradas con material fetal proveniente de abortos, la autoridad suprema de la ONU, la OMS y otras instituciones internacionales, la normalización de la homosexualidad en la vida de la Iglesia, el homosexualismo episcopal y cardenalicio como garantía de ascenso eclesiástico, el permiso para comulgar concedido a los políticos abiertamente pro-aborto, el rechazo de la Tradición, etc.

 

B) Pero el vacío cristológico del oficio petrino “necesitaba” llenarse más, con otro aporte: el de publicista y vendedor de los sueros génicos experimentales aplicados masivamente a escala mundial, mediante la coacción política y social y la inmunidad judicial, a pesar de las dudas, incertidumbres e incertezas que presenta hasta el momento la fabricación de los mismos, sin que los gobiernos y organismos nacionales conozcan su composición y los efectos adversos que presentan a mediano y largo plazo. Como quedó evidenciado públicamente, el Vaticano fue uno de los Estados en el mundo que obligó a inyectarse a su población y su administrador provisorio fue el ferviente impulsor de su distribución y aplicación, convirtiendo el “temor al Covid” en el principio de la “sabiduría” bergogliana y a la aplicación suicida del experimento génico en un “acto de amor”. Pfizer y Bill Gates agradecidos, ya que el “papa” Bergoglio pasó a desempeñarse como gerente de marketing de las “vacunas” que se impusieron para “salvar al mundo”.

 

C)  Pero poniendo en evidencia que despojarse de la impronta de Cristo forma un vacío imposible de llenar, en estos últimos días se ha visto al “Santo Padre” exhortar a los jóvenes a “consumir menos carne”, ya que “esto también puede ayudar a salvar el medio ambiente” (¡sic!)[8]. En este caso, el estimado obispo de Roma, al no ser ya vicario de Cristo, pasa a desempeñar como vicario de Klaus Schwab y de la Agenda 2030-Foro Económico Mundial, que desde hace unos meses promueve exactamente lo mismo, como lo muestra un breve vídeo oficial, ampliamente difundido[9]. Consumir menos carne, en el contexto del despojo total: “No tendrás nada, pero serás feliz”[10].

Claro como el agua cristalina: Klaus Schwab (FEM) habla y el obispo de Roma repite y acompaña. Es evidente que sin el carisma de Cristo el obispo de Roma se ve obligado a “obedecer a Klaus Schwab -y a Bill Gates- antes que a Dios”.

 

En síntesis: es muy triste ver que al renunciar a cargar con la Cruz de Cristo en su oficio petrino, el obispo de Roma se ha convertido en esclavo, siervo y vocero de la plutocracia y oligarquía más reaccionaria y troglodita de la historia universal. Como que nuestro compatriota se hubiera olvidado que él no es la cabeza de la Iglesia, sino un puente entre Jesucristo y los creyentes que él mismo se ha encargado de dinamitar, vaya a saber por qué.

En todo caso, no debemos olvidar que pese a la traición de la camarilla jerárquica hoy dominante, la Cabeza de la Iglesia y su Cuerpo siguen vivos y firmes más que nunca, a pesar de los mariposones con olor a cerdo que pululan transitoriamente en sus instituciones. Cristo vive, Cristo reina y Cristo impera, a pesar de todo. Y la Pasión que hoy padecemos los christifidelis laici es el fuego que purifica nuestros espíritus y nuestras almas, para servir mejor a Nuestro Señor Jesucristo que con su Divina Providencia nos acompaña siempre, a pesar de que a veces pareciera estar ausente: “Yo estoy aquí con ustedes todos los días hasta el fin del mundo” (Mt 28, 20)

 

José Arturo Quarracino


[5] Una insistencia constante en los primeros años del pontificado de Bergoglio ha sido el mandato de “no hacer proselitismo”.

[6] Y en el artículo citado en nota 1.

[7] Ver nota 1.

[8] Mensaje del Santo Padre Francisco a los participantes en la “Conferencia de Jóvenes de la Unión Europea”, en https://www.vatican.va/content/francesco/es/messages/pont-messages/2022/documents/20220706-messaggio-conferenza-giovani.html.