Salvaré del Infierno a los que Me encomendéis



Mensaje importante Dios Padre: Concederé la inmunidad ante las Puertas del Infierno a aquellas almas por las que recéis.


Jueves, 23 Agosto 2012

Mi queridísima hija, han sido pocas las veces que la Santísima Trinidad se ha comunicado con la humanidad de esta manera y la primera vez que Yo, vuestro Padre, he sancionado una misión de este tipo.

Mis hijos, muchos de los cuales no se dan cuenta del significado de esta intervención divina, comprenderán pronto por qué es necesaria.

Si la Segunda Venida de Mi Amado Hijo ocurriera, sin aviso, Mis preciados hijos nunca entrarían por las puertas de mi Nuevo Paraíso.

Nunca habrían podido preparar sus almas y no serían aptos para ser admitidos en la nueva era de paz.

Esta es una comunicación a la que el mundo encontrará difícil de responder.

Tan oscura es la nube que cubre los corazones de los hombres, que pocas almas podrán ver la luz de Mi divina promesa.

Las fuerzas del mal, siempre presentes en el mundo, impiden que Mis hijos se acerquen a mí.

Mi determinación de acercar a mi familia y unirla a mi seno es férrea.

Que nadie deje de comprender que facilitaré la rápida conversión de la humanidad, cueste lo que cueste.

Permitiendo que el libre albedrío de todos mis hijos permanezca intacto, los milagros que ordenaré, harán que sus corazones se vuelvan del revés.

Esta es mi promesa mientras llamo a cada uno de ustedes, queridos hijitos míos.

Yo, su amado Padre, anhelo tomarlos, reunirlos y sostenerlos cerca de Mi Corazón y llevarlos a la seguridad.

Muy pocos de ustedes conocen las profundidades de Mi Amor.

Una vez que experimenten el amor por mí, su Padre Eterno, nunca podrán cortar de nuevo su vínculo conmigo.

Deseo darles consuelo.

Deseo haceros saber que Mi Amor por ustedes significa que, a través de Mi Hijo Jesucristo, la Gran Misericordia se mostrará incluso a aquellos con corazones de piedra y a aquellos con almas tan negras que sólo un milagro puede salvarlos.

A los que me aman les digo esto.

Su amor por mí, su Padre, les será devuelto en abundancia.

Su amor por mi querido hijo será recompensado en el sentido de que concederé la inmunidad ante las puertas del infierno a aquellas almas por las que recen.

Nada es imposible.

Mi amor es infinito.

Confíen en mí.

Confíen en mi Hijo.

Cuando lo hagáis os concederé grandes gracias para la salvación de la humanidad.

Vuestro amado Padre

Dios Altísimo