Funcionarios alemanes advierten que se avecina un racionamiento energético extremo
"Los extremistas" podrían alimentar "protestas y disturbios masivos" como respuesta
Mientras las consultas de "leña" se han disparado en Google en Alemania, y el Deutsche Bank predice que "la leña se utilizará para la calefacción siempre que sea posible", las autoridades alemanas advierten ahora de medidas extremas de racionamiento energético, junto con la posibilidad de que los "extremistas" alimenten el malestar nacional por el deterioro de la situación.
Para empezar, el ministro de Economía y vicecanciller alemán, Robert Habeck -que ya había pedido a los residentes que redujeran la calefacción, las visitas a la sauna y las duchas- anunció el viernes que los edificios públicos de todo el país no podrán poner la calefacción a más de 19 grados centígrados (66,2F) este otoño. Se harán excepciones para los hospitales y las "instalaciones sociales".
En una entrevista concedida a Suddeutsche Zeitung, uno de los diarios más importantes del país, Habeck explicó que la nueva normativa formará parte de la Ley de Seguridad Energética, que se suma a las prohibiciones anunciadas anteriormente de calentar piscinas privadas.
Además, los edificios y monumentos dejarán de estar iluminados por la noche, y se frenará la publicidad luminosa, mientras que "también es necesario ahorrar en el entorno laboral", añadió.
El anuncio de Habeck se produce pocos días después de que el jefe del regulador de la red eléctrica alemana, Klaus Mueller, dijera que las familias alemanas tendrían que reducir un 20% su consumo habitual de energía para evitar la escasez de gas en diciembre.
"Si no ahorramos mucho y conseguimos combustible extra, tendremos un problema", declaró a Welt am Sonntag en una entrevista la semana pasada.
La situación se ha ido gestando a medida que la dependencia del bloque de la energía rusa entra en conflicto con las sanciones por la guerra de Rusia en Ucrania, lo que ha hecho que los precios se disparen en medio de una disminución del suministro de gas natural ruso a Europa.
Mientras tanto, las autoridades alemanas se preparan para los disturbios civiles.
En una entrevista con la cadena ZDF, Stephan Kramer -que dirige el servicio de inteligencia nacional del estado alemán de Turingia- advirtió que las protestas "legítimas" por la crisis energética podrían ser "secuestradas por extremistas" (y, desde luego, no por ciudadanos medios enfurecidos).
Kramer dijo que las autoridades se estaban preparando para las protestas por "la escasez de gas, los problemas energéticos, las dificultades de suministro, la posible recesión, el desempleo, pero también la creciente pobreza hasta la clase media", y añadió que los "extremistas", entre los que se incluyen los "pensadores laterales" que se manifestaron contra los cierres pandémicos, y los "activistas de derechas" que han estado agitando el puesto en las redes sociales, podrían estar en el centro de las mismas.
"Es probable que nos enfrentemos a protestas y disturbios masivos", continuó. "Nos enfrentamos a un estado de ánimo altamente emocional, agresivo y pesimista con respecto al futuro en la sociedad, cuya confianza en el Estado, sus instituciones y los actores políticos está plagada de grandes dudas".
"Este estado de ánimo altamente emocional y explosivo podría intensificarse fácilmente", continuó el jefe de seguridad, añadiendo que los enfrentamientos de Covid-19 "probablemente se parecerían más a una fiesta de cumpleaños infantil" en comparación.
Kramer ofrece una advertencia a los posibles participantes: "piensen bien a qué protestas y manifestaciones se suman, o mejor aléjense de ellas, para no apoyar a los enemigos de la democracia".