Francisco quiere erradicar el catolicismo que queda —Mosebach



Gran parte de la Iglesia institucional alemana es arriana, iconoclasta, protestante, antisacramental y secularizada, dijo el escritor alemán Martin Mosebach a Una Voce Korrespondenz.

En contraste con el pasado, aquellos fieles que forzaban la vuelta a la fe, hoy no existen. La religión católica se ha vuelto desconocida incluso entre los seguidores que quedan.

La Iglesia institucional se ha "amalgamado íntimamente" con las fuerzas dominantes y antirreligiosas de la economía y la política, y en Alemania está al borde del colapso: "Está tan hueca como la madriguera de una termita y, en la estupidez e insipidez de sus representantes, ni siquiera atrae a los liberales modernistas".

Mosebach subraya que un católico no debe temer la apostasía de la Iglesia institucional alemana, sino más bien anhelarla. Ya no hay base para el tan cacareado "diálogo".

Constata una decadencia en todo Occidente, incluso en países antaño católicos por excelencia como Irlanda, Italia o Francia.

Señala que ha habido un movimiento popular en contra del Novus Ordo, es decir, por las muchas personas que han abandonado la Iglesia después de su introducción.

El objetivo admitido por Francisco es erradicar el catolicismo que queda en pie. Ha reconocido, con razón, que su obra quedará inconclusa mientras el catolicismo consiga transmitir el antiguo rito a las generaciones futuras".

Este rito contiene todo lo que un católico necesita e incluso es capaz de sustituir durante un tiempo a un Papa que no acometa sus funciones.

Francisco "lo ha entendido perfectamente y esta idea le resulta insoportable".