Trato especial para un rico masón
Giorgio Arioni, de 61 años, un "pez gordo" de la masonería italiana, recibió el 23 de agosto un funeral eclesiástico en la parroquia de San Gabriele, en Civitanova Marche, diócesis de Fermo, Italia.
Arioni era agente inmobiliario y estaba involucrado en la política.
La necrológica masónica -publicada por el Gran Oriente de Italia- advertía que tras la muerte de Arioni "la cadena de unión se ha roto" y "las insignias se oscurecen en la medianoche y se unen para acompañar al Hermano en su viaje al Oriente Eterno".
"En la hora en que el sol aparece en nuestro horizonte, glorificamos a GIORGIO: un hombre libre, un masón, un Hermano, que nos condujo a todos con maestría masónica como Venerable Maestro", dice la esquela. Arioni era el líder de la Logia no. 738 'Edwin E. Aldrin' de Fermo.
La Declaración sobre la Masonería de la Congregación para la Doctrina de la Fe de noviembre de 1983 afirmaba que "los fieles que pertenecen a asociaciones masónicas están en estado de pecado grave y no pueden acceder a la Santa Comunión."
Si Arioni hubiera sido un católico sencillo, pobre y fiel que quisiera una misa romana para su funeral, la "Iglesia de la Misericordia" de Francisco se la habría negado brutalmente.
en.news