El presidente serbio, Aleksandar Vučić, anunció el 27 de agosto que el EuroPride, un rally homosexual, no se celebrará en Belgrado del 12 al 18 de septiembre.
Los organizadores expresaron su "conmoción" y "derrota". Sólo se habían reunido con el gobierno y las autoridades de la ciudad el 25 de agosto para planificar el evento.
Vučić justificó su decisión con las tensiones entre Kosovo y Serbia, aunque el jefe de la política exterior de la UE, Josep Borrell, dijo el 27 de agosto que se había llegado a un acuerdo.
La reacción de Vučić se produjo después de que decenas de miles de personas se manifestaran contra el controvertido evento a principios de agosto.
Los obispos ortodoxos hablaron de abominación.
Los manifestantes gritaron: "¡No queremos una marcha homosexuales y una ocupación por parte de Occidente!" y "¡Quitad las manos de nuestros hijos!".
El líder de la oposición, Bosko Obradović, habló de "la mayor protesta de la oposición en los últimos años".