Taize se retrata con la visita de la globalista der Layen



La presidenta de la Comisión Europea que ha impuesto cierres draconianos, el pasaporte Covid, y otras medidas aberrantes contra los ciudadanos europeos, acaba de visitar la comunidad ecuménica de Taizé y ha llamado a la paz sin aludir, como es lógico, ni a Jesucristo ni a la fe cristiana, sino al planeta y a la solidaridad (masónica), o sea, que ni el mismo bergoglio lo habría dicho mejor.

Si alguna institución cuenta con el beneplácito de la élite, hay que sospechar de ella.


Informa ReligiónDigital:

Ursula von der Layen, en Taizé: "¡Por fin estoy aquí!"

La presidenta de la Comisión Europea pasó el fin de semana en la comunidad ecuménica de Taizé, un lugar que nunca había visitado, pero del que tenia amplias referencias ya desde los dos 70 del siglo pasado, cuando sus hermanos y primos acudían a retiros en aquel lugar fundado por el Hermano Roger en 1940 "y volvían transformados", señaló

Durante su visita a la comunidad cristiana de Taizé, Von der Leyen elogió la solidaridad y el servicio de los jóvenes, asegurando que "cada generación tiene la responsabilidad de mejorar Europa"


Durante su visita a la comunidad cristiana de Taizé, Von der Leyen elogió la solidaridad y el servicio de los jóvenes, asegurando que "cada generación tiene la responsabilidad de mejorar Europa", según informa KNA.

Volver a las raíces de Europa

Para su generación, añadió, es la responsabilidad de contribuir a la solidaridad y la paz y "reconciliarnos con nuestro planeta y sus recursos". Para contrarrestar la nueva guerra por Ucrania, Europa debe volver a sus raíces, a las experiencias de la Segunda Guerra Mundial, dijo, subrayando que "si los ucranianos dejan de luchar, no habrá más Ucrania".

Además de la solidaridad con Ucrania, Von der Leyen hizo un llamamiento a la solidaridad entre generaciones y al que, igual que la juventud había mostrado una solidaridad admirable durante la pandemia, también los mayores deben demostrar su solidaridad en el uso de los recursos naturales para permitir la supervivencia de las generaciones futuras.

Von der Leyen se mostró "muy contenta" por su primera visita a la comunidad ecuménica de Taizé, donde vivió "momentos enriquecedores de reflexión y diálogo sobre la paz y la reconciliación, valores que nos unen a todos", dijo la cristiana protestante.

Por su parte, el Hermano Alois, el prior de la Comunidad, describió la visita de la dirigente europea como una "señal importante" de que "las aspiraciones y el compromiso de la generación joven son tenidos en cuenta por los responsables políticos y las instituciones".