Cardenal: La bendición homosexual de los obispos belgas es herejía



El cardenal Gerhard Müller, ex jefe de la Congregación para la Doctrina de la Fe, ha escrito una declaración (véase el texto completo más abajo) en la que reprende a los obispos belgas por su documento del 20 de septiembre en el que aprueban las relaciones homosexuales y les ofrecen una bendición litúrgica.

En el comunicado enviado a LifeSiteNews por el cardenal alemán, Müller describe esta decisión belga como “herética” y “diametralmente opuesta a la Palabra de Dios sobre el matrimonio, la familia y la creación del hombre como hombre o mujer”.

Como informó el 20 de septiembre Jeanne Smits, de LifeSite, los obispos católicos de Flandes (la parte de habla holandesa de Bélgica) publicaron ese día un documento a favor de la “cercanía pastoral a las personas homosexuales”, incluyendo sugerencias para una bendición pública en las iglesias para las “parejas” del mismo sexo.


Smits escribió que “ésta es probablemente la primera vez en todo el mundo que un grupo de obispos ha dado oficialmente luz verde a una ceremonia pública de bendición de una unión homosexual como tal, en directa contradicción con la prohibición de tales ‘liturgias’ impuesta el año pasado por la Congregación para la Doctrina de la Fe”.


Estos obispos, por tanto, se oponen explícitamente a la enseñanza recientemente reafirmada por el Vaticano sobre el tema.


La declaración de los obispos flamencos se publicó en el sitio web de los obispos belgas y el cardenal Josef De Kesel, de Bruselas, la firmó personalmente. De Kesel fue nombrado arzobispo de Bruselas en 2015 por el papa Francisco, para ser elevado a cardenal un año después.


Ayer, el arzobispo Carlo Maria Viganò había lanzado una fuerte reprimenda a los obispos belgas, afirmando que “es absolutamente imposible conciliar la enseñanza del Evangelio con las desviaciones de estos herejes que abusan de su poder y de su autoridad de pastores, utilizándola para el fin contrario al que Cristo instituyó la Sagrada Jerarquía en la Iglesia”.


En su nueva intervención, Müller insiste en el hecho que los obispos de la Iglesia no están “por encima de la Palabra de Dios”, sino que deben servirla y transmitirla lealmente. Por lo tanto, el apoyo público de los obispos belgas a las relaciones homosexuales (que incluye una bendición) es una “transgresión formal de la competencia con respecto a la Iglesia universal y una oposición herética a la Verdad Revelada de la bendición (un decir bien) específica del Creador sobre el matrimonio entre un hombre y una mujer (Gn 1, 28)”.


Hablando de la Verdad Revelada de Dios, el prelado alemán recuerda también que ella “está registrada en forma íntegra y no adulterada por la Iglesia en la ‘enseñanza de los apóstoles’ (Hch 2, 42)” y que “no puede ser superada, complementada o corregida por ninguna ciencia especulativa o empírica de la razón creada del hombre”. Pero los obispos belgas, por el contrario, están ahora “oscureciendo las enseñanzas de Cristo y su Iglesia”.


Según Müller, este tipo de acciones de los obispos belgas no son una atención pastoral. La verdadera pastoral de la Iglesia católica “tiene la tarea de conducir a las personas hacia Dios por el camino de Cristo, el Buen Pastor”.


“Esto incluye la invitación a superar, con la ayuda de la gracia, nuestras inclinaciones egoístas y tentaciones de pecar, y a vivir una vida como es agradable a Dios y, por tanto, también como es buena para nosotros y nos hace felices en Dios (cf. Rom 12, 2)”, agregó Müller.



A continuación, la declaración completa del cardenal Gerhard Müller:

“Permanecer en el espíritu de la Verdad” (Jn 14, 17). Corrección fraterna de los obispos de Flandes/Bélgica.

por Gerhard cardenal Müller

El 20 de septiembre de 2022 los obispos flamencos publicaron una declaración sobre la atención pastoral a las personas homosexuales. También proponen una especie de liturgia con oraciones de bendición para las personas del mismo sexo que conviven en matrimonio. Creen que pueden hacer referencia a la Exhortación Apostólica Amoris laetitia del papa Francisco. Al obrar así, toman al máximo maestro de la Iglesia como testigo de la corona para una supuesta pastoral inclusiva, sin apartarse del pecado. Sin embargo, tal enfoque es diametralmente opuesto a la Palabra de Dios sobre el matrimonio, la familia y la creación del hombre como hombre o mujer. Sin embargo, la intención bienintencionada de subrayar la dignidad incondicional de todo ser humano, independientemente de su comportamiento correcto o incorrecto, se ve anulada por las flagrantes contradicciones con los principios hermenéuticos y los contenidos de la fe revelada de la Iglesia.


El magisterio del Papa, de los concilios ecuménicos o de las asambleas episcopales regionales “no está por encima de la Palabra de Dios, sino que la sirve, no enseñando nada más que lo que ha sido transmitido, porque escucha con reverencia la Palabra de Dios por mandato divino y con la asistencia del Espíritu Santo, conservándola e interpretándola fielmente, y porque extrae de este único tesoro de la fe todo lo que propone creer como revelado por Dios” (Dei verbum, n. 10; cf. Lumen Gentium, n. 25). Por lo tanto, la declaración del episcopado flamenco y los esfuerzos similares en otras partes del mundo son una transgresión formal de la competencia con respecto a la Iglesia universal y una oposición herética a la verdad revelada de la bendición (beneplácito) específica del Creador sobre el matrimonio entre un hombre y una mujer (Gn 1, 28).


2. La intimidad del eros, del sexus y del ágape sólo se da -en el orden de la creación y de la redención según la santa voluntad de Dios- en un hombre y a una mujer que se han dado libremente la palabra de asentimiento para toda la vida y en todas las circunstancias.


La autoridad de Dios revelada en Jesucristo no debe ser relativizada y demolida sobre la base de la sabiduría religiosa pasajera y las ideas filosóficas de las “personas autorizadas” (Karl Jaspers) de la historia del mundo. En efecto, Jesucristo es la Revelación escatológica de Dios en persona: en el Logos hecho carne está contenida toda la Verdad de Dios. La Verdad revelada por Dios, registrada en forma íntegra y no adulterada por la Iglesia en la “enseñanza de los apóstoles” (Hch 2, 42), no puede ser superada, complementada o corregida por ninguna ciencia especulativa o empírica de la razón creada por el hombre.


Es por eso que sólo el Hijo de Dios y único Salvador del mundo podía volver, más allá de las adaptaciones pragmáticas (de los “fariseos” de entonces y de ahora) a las debilidades de la naturaleza humana caída, a la voluntad original del Creador para el matrimonio entre hombre y mujer. El Hijo de Dios, que es el único que conoce al Padre y nos revela su voluntad (cf. Mt 11 ,27; 28, 18-20), nos recuerda la naturaleza del matrimonio con las características de la monogamia, la indisolubilidad y la apertura a los hijos dados por Dios. Sólo un hombre y una mujer pueden convertirse en “una sola carne” (cf. Mt 19, 6). Y sólo Él podía elevar el matrimonio a sacramento de la Nueva Alianza, que participa y significa concretamente la unidad de Cristo y la Iglesia (cf. Ef 5, 21-32; 1Cor 7, 39; Heb 13, 4).


Por lo tanto, al acercar las uniones homosexuales al matrimonio entre hombre y mujer instituido por Dios, los obispos flamencos están oscureciendo las enseñanzas de Cristo y su Iglesia. Se alejan de la renovación del hombre por medio de Cristo, nuestro Salvador. Se rinden a la lógica del mundo viejo, que quiere limitar pragmáticamente las consecuencias de la caída sólo según el razonamiento humano, en lugar de “revestir al hombre nuevo, creado a imagen de Dios en la verdadera justicia y santidad” (Ef 4, 24). Tanto el mundo pagano anterior a Cristo como el actual, que o bien no conoce a Cristo (Rm 1, 26-32) o se ha alejado nuevamente de él, o los cristianos que transigen perezosamente con él, relativizan la unicidad del matrimonio entre hombre y mujer. Traicionan su dignidad al degradar el matrimonio del hombre y la mujer como una de las formas arbitrarias de unión y satisfacción de los deseos sexuales.


3. La pastoral de la Iglesia tiene la tarea de conducir a las personas hacia Dios en el camino de Cristo, el Buen Pastor. Esto incluye la invitación a superar, con la ayuda de la gracia, nuestras inclinaciones egoístas y las tentaciones de pecado, y a vivir una vida como es agradable a Dios y, por tanto, también como es bueno para nosotros y nos hace felices en Dios (cf. Rm 12, 2).


En cambio, los obispos flamencos engañan a las personas confiadas a su cuidado pastoral que están afectadas por inclinaciones homoeróticas, así como a sus padres y conocidos. De hecho, para tranquilizar sus conciencias, les ofrecen una supuesta “oración de bendición” para las uniones homosexuales, como una especie de placebo, que despierta en ellos la ilusión de que los actos homosexuales o los contactos sexuales fuera del matrimonio son lícitos ante Dios y no un pecado grave como otras transgresiones de los mandamientos 6º y 9º del Decálogo (cf. Rm 1, 26s; 1Cor 6, 9). La auténtica atención pastoral se ocupa del ser humano individual, de sus esperanzas y necesidades, de sus posibilidades y fracasos, y no se deja cegar por las falsas apariencias de las ideologías políticas y las herejías antropológicas que prometen la salvación, pero hunden a millones de personas en la miseria.


4. En este tiempo de confusión, que golpea también a los pastores y maestros de la Iglesia, cada obispo debe meditar la palabra del Apóstol [San Pablo] a su colaborador y sucesor Timoteo, que también se aplica a él y se convierte en una sentencia: “Te conjuro en presencia de Dios y de Cristo Jesús que ha de venir a juzgar a vivos y muertos… Proclama la Palabra, insiste a tiempo y destiempo, reprende, amenaza, exhorta con toda paciencia y doctrina. Porque vendrá un tiempo en que los hombres no soportarán la sana doctrina, sino que arrastrados por sus propias pasiones se harán con un montón de maestros por el prurito de oír novedades; apartarán sus oídos de la verdad y se volverán a oír fábulas. Tú, en cambio, pórtate en todo con prudencia, soporta los sufrimientos, realiza la labor de evangelizador, desempeña a la perfección tu ministerio” (2Tim 4, 1-5).


https://www.marcotosatti.com/2022/09/23/muller-la-benedizione-omosessuale-dei-vescovi-belgi-e-eresia/