Como es habitual, bergoglio deja a los sacerdotes en evidencia, criticándolos o al menos asociándolos a vicios que ellos supuestamente tendrían y deben enmendar, mientras que él, un terrible hereje dedicado a la demolición de la catolicidad, nunca hace propósito de cambiar, ni siquiera atisba en su comportamiento la gravedad de sus pecados. Y es así porque lo que le importa es aparentar virtud y echar sobre los demás su propia ignominia haciendo ver que la Iglesia está llena de pecadores y por tanto no es la Esposa Inmaculada de Cristo sino algo comparable a cualquier estructura religiosa alejada de la Verdad cristiana. Al final pone en duda que en la Iglesia esté contenida la Revelación de Dios y ésta sea un Absoluto que hay que seguir para alcanzar la vida eterna. Ése es su plan y lo sigue a rajatabla.
Informa en.news:
La pornografía en Internet es un vicio que "tienen tantas personas, incluso sacerdotes y monjas", parece saber Francisco.
El tema se le ocurrió a él solo cuando habló con el clero romano el 26 de octubre. La pregunta original que se le hizo fue cómo pueden los sacerdotes compartir su "alegría cristiana" en las redes sociales sin quedar demasiado señalados o mostrarse prepotentes.
Francisco respondió con lo que no quería decir, al tiempo que insistía en que no utiliza dispositivos de Internet: "No voy a decir que levanten la mano si han tenido al menos una experiencia con ello [= porno]. No voy a decir eso".
Subrayando que "no sólo hablaba de la pornografía criminal", sino "de la pornografía 'normal'", añadió: "Te digo que debilita el alma". Y, "el diablo viene de ahí: debilita el corazón del sacerdote".
