Trevignano Romano 3 de octubre de 2022
Mis queridos hijos, gracias por estar aquí en oración y por arrodillaros. Benditos hijos, vuestra humilde oración me reconforta a mí y a mi Jesús.
Hijos míos, no temáis por lo que ha de venir porque ya he extendido Mi Manto aquí, hoy y sobre todos aquellos que tienen verdadera fe.
Hijos míos, alimentaos del cuerpo y la sangre de mi Hijo Jesús, Él lo dejó para vosotros, no como recuerdo, sino en su presencia verdadera y viva.
Hijos míos, procurad que el modernismo de la Iglesia no os contamine, sed fieles al verdadero Magisterio de la Fe. Jesús vela por vosotros y os envía el Espíritu de discernimiento sobre lo que es correcto, lo que es de Dios y lo que abre la puerta al abismo de Satanás.
Hijos míos, yo estoy con vosotros y nunca os abandonaré. Recorred el camino de la santidad.
Ahora os bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Luego la Virgen añadió que muchas gracias descenderán sobre los que recen la coronilla a la Preciosísima Sangre de Jesús.