Al menos 750.000 personas en 38 países han "muerto repentinamente" tras la vacunación con COVID este año
Una búsqueda en Google del término "murió repentinamente" llevará a la gente a numerosos artículos de noticias publicados regularmente sobre adultos jóvenes y niños que sufrieron ese mismo destino. Se trata de una tendencia que ha ido en aumento en los últimos dos años y que no da señales de disminuir.
Las cifras oficiales de los gobiernos de tan sólo 38 países, entre ellos Estados Unidos, Reino Unido, Australia y la mayor parte de Europa, han demostrado que hay nada menos que tres cuartos de millón de personas que han muerto repentinamente sólo en 2022.
Exactamente el 20% de los países del mundo han registrado 0,75 millones de muertes en exceso en lo que va de año. Y todos estos países tienen una cosa en común: todos ellos obligaron a millones de sus habitantes a inyectarse el coronavirus Wuhan (COVID-19).
Y esto es importante porque los informes oficiales del gobierno han confirmado que las vacunas COVID aumentan el riesgo de muerte. En el Reino Unido, las personas no vacunadas tienen las tasas de mortalidad más bajas por cada 100.000 en todos los grupos de edad, incluidos los niños.
Esto explica que en Europa se haya registrado un aumento del 552% de niños que han "muerto repentinamente" desde que la Agencia Europea del Medicamento (EMA) decidió que debían ser obligados a recibir las vacunas COVID-19.
Estados Unidos representa la mayor parte del exceso de muertes
Las cifras de la base de datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) han demostrado que Estados Unidos representa la mayor parte del exceso de muertes en 2022, con un total de 349.398. La OEC es una organización intergubernamental fundada en 1961 para estimular el progreso económico y el comercio mundial.
Por su parte, la Oficina de Estadísticas Nacionales del Reino Unido (ONS) mostró que Gran Bretaña tiene 41.025 muertes en exceso desde mediados de abril de 2022. (Relacionado: Reino Unido encubre MILES de muertes por la vacuna COVID-19)
En Alemania, el exceso de muertes ha alcanzado un total de 59.894 en lo que va de año, mientras que en Francia el exceso de muertes ascendía a 41.861 hasta el 25 de septiembre.
Canadá, según las cifras de la base de datos del OEC, tenía un exceso de muertes de 21.063 hasta el 17 de julio. Australia, por su parte, había sufrido un exceso de muertes de 18.973, también según las cifras de la base de datos del OEC.
EuroMOMO, la actividad europea de seguimiento de la mortalidad, publicó su más reciente conjunto de datos de mortalidad basados en las cifras de 28 países participantes de toda Europa durante la semana que terminó el 30 de octubre.
Tras el despliegue de la vacuna COVID-19, Europa sufrió un aumento del exceso de muertes en la semana 42 de 2021, con 257.760 muertes registradas. Lamentablemente, esa "sorprendente" tendencia ha continuado este año, con el registro en Europa de 283.457 muertes en exceso en la semana 42.
Esto significa que Europa tiene 28.896 más muertes en exceso en 2022 hasta el momento que durante el mismo período de la supuesta pandemia en 2020, lo que indica que la inyección de COVID-19 ha hecho lo contrario de su supuesto impacto deseado si la gente piensa que COVID-19 fue realmente el culpable del enorme número de personas que murieron en 2020.
También significa que Europa tuvo 120.880 más muertes en exceso en 2022 hasta ahora que durante el mismo período de tiempo en 2018. Pero incluso esa estadística puede no revelar la verdadera gravedad de la situación, porque 2018 fue un mal año para las muertes debido a una severa temporada de gripe de invierno 2017/2018. Mientras tanto, Europa ha registrado 193.363 muertes más en exceso en lo que va de año en comparación con el mismo periodo de 2019.
Un análisis reciente también ha revelado que la mayoría de las muertes por COVID-19 están ocurriendo ahora en personas vacunadas. Un análisis realizado por Cynthia Cox, vicepresidenta de la Kaiser Family Foundation, mostró que el 58% de las muertes por COVID en agosto se produjeron en casos en los que la persona estaba vacunada contra el COVID-19 o había tomado un refuerzo.
El porcentaje se ha duplicado con creces desde septiembre del año pasado, cuando era del 23%. Las personas vacunadas representaron el 42% de las muertes por COVID en enero y febrero de este año.
"Ya no podemos decir que se trata de una pandemia de los no vacunados", dijo Cox.