Italia sufrirá una gran catástrofe financiera —Carbonia




Carbonia 24 de noviembre de 2013


Italia sufrirá una gran catástrofe financiera. 

¡El mundo verá la pobreza en ella! 

¡En el signo de la bestia estarán sus gobernantes! 

¡La pobreza, la miseria, el engaño, las maldiciones, la hambruna y el hambre!


Querida hija, escribe.


Extendedme vuestras manos, hijos míos, para que las vea y las tome en las mías.  

Volveré mi mirada sobre vosotros, oh pueblo mío, y exhalaré mi Espíritu Santo, os daré de mí, y seréis fuertes ante los impíos. En mi bendición caminarás, oh pueblo mío, te concederé la verdadera libertad como hijo de Dios.

Todo lo gobernaré en mí: ¡Yo soy el Altísimo, y yo soy el que soy! Nadie más que Yo podrá reconstruir el mundo; todo está en Mí, y desde Mí todo volverá a empezar como lo prometí.    

He visto a mi amado pueblo sudar sangre ante la maldad de la antigua serpiente; he visto su miseria, su postración: no esperaré más hijos míos, Yo que soy vuestro Padre, he aquí que os enviaré ayuda desde mi Cielo y os sacaré del abismo de la muerte.


Italia sufrirá una gran catástrofe financiera.

¡El mundo verá la pobreza en ella!

¡En el signo de la bestia estarán sus gobernantes!

¡No toleraré esto por más tiempo! He visto lo suficiente, he esperado con infinita paciencia, pero no he visto ningún arrepentimiento al amor, pero he visto, y sigo viendo su desprecio hacia Mí y veo a Mi pueblo caer cada vez más bajo en su esclavitud.

¡La gran montaña está a punto de vomitar su fuego! En su horror se llevará a poblaciones enteras porque los gobernantes no se esfuerzan por traer remedio a Mi pueblo, más bien esperan estas destrucciones. 

¡Es la ley del hombre en Satanás, mis benditos hijos! 

Es la ley del rey malvado que aspira, día tras día, al mayor asiento. El poder lo quiere en sus manos, ¡manos que nunca podrán contener la sangre de los inocentes!

Es hora de decir basta, y basta será. Mi ira alcanzará su orgullo, se derrumbarán como bolos bajo el poder de mi brazo, y nunca más se levantarán, pues los enviaré al infierno, donde acompañarán a su digno rey, a quien han seguido con absoluta lealtad, prefiriéndolo a Mí, su Dios creador.

La pobreza, la miseria, el engaño, las maldiciones, la hambruna y el hambre se llevarán a los malvados.

Amados hijos del Amor, el gran Día está cerca para vosotros, es el Día de vuestra liberación.

¡Esperad con amor este gran evento! ¡He aquí el Hijo del Hombre! ¡Contemplad al Rey de reyes! Contemplad al que viene a liberaros, oh Israel mío.


Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.


La Santísima Trinidad.