Dios Padre: La batalla se libra ahora entre Mi Jerarquía y el dominio de la bestia
Martes, 12 de marzo de 2013 (Víspera de la elección del Bergoglio, el Falso Profeta: El 13 de marzo de 2013, el cónclave que se celebró tras la renuncia de Benedicto XVI eligió como papa a Jorge Mario Bergoglio)
Mi queridísima hija, los Cielos lloran de dolor en este terrible día predicho hace tanto tiempo.
La humanidad entera se enfrentará ahora al mayor engaño de todos, y que ha sido perpetrado por la bestia.
Las lágrimas de Mi Hijo, cuya muerte en la cruz dio a Mis hijos la libertad, caen ahora, sobre el mundo entero en este momento, en agonía.
Mi ira está contenida en este instante, pero mi furia es grande.
Muy pronto el engaño se hará evidente para todos aquellos designados por Mi Hijo para guiar a su rebaño en la Tierra.
La batalla se libra ahora entre mi jerarquía y el dominio de la bestia.
Será doloroso, pero pronto, el castigo, que seguirá a la malvada persecución, tramada por el enemigo y sus secuaces, borrará la podredumbre.
Hago un llamamiento a todos Mis hijos para que se vuelvan a Mi Hijo y pongan toda su confianza en él en este momento.
Sed valientes, mis pequeños, porque este dolor será de corta duración.
Aquellos que siguen a la bestia y al Falso Profeta se les dará una visión, por el poder de mi mano, con el fin de traerlos de vuelta al corazón de Mi Hijo.
Si rechazan este regalo, entonces están perdidos y sufrirán el mismo tormento, al que se enfrenta el impostor que será arrojado al abismo por la eternidad.
La coronación del Falso Profeta será celebrada por grupos masónicos en todos los rincones que planean las etapas finales de la persecución de todos Mis hijos.
Aquellos que celebrarán con él y que no lo conocen (por lo que es), con el tiempo sentirán aún más dolor que aquellos que ya conocen la verdad.
Esperad ahora, con valor y esperanza, porque todo esto debe suceder antes de que se manifieste el glorioso reinado de Mi Hijo.
Debéis prometer vuestra lealtad a Mi Amado Hijo en todo momento y negaros a aceptar mentiras.
Cuando, se os pida participar en una nueva Misa sabed que será la mayor maldición jamás infligida por Satanás contra Mis hijos.
Sabed que el Cielo os guiará y que, aceptando el dolor con dignidad, ayudaréis a Mi Hijo a cumplir la Alianza Final.
Vuestro amado Padre
Dios Altísimo