La creación de Santa Claus fue una operación anticristiana

 


Cómo se creó a Santa Claus sobre la base de un santo cristiano para eclipsar el nacimiento de Jesús.

A la Navidad se la ha despojado de cualquier connotación que evoque el nacimiento de Jesús, el hijo de Dios, que vino a traer la salvación al mundo.

Y se la transformó en una época de fiestas, donde la gente se hace regalos.

Y con el mismo criterio los enemigos de Jesús transformaron a un santo real que existió, en Santa Claus o Papá Noel, para quitarle toda connotación cristiana y espiritual.

Aquí hablaremos sobre quién fue ese santo famoso que transformaron en el actual Santa Claus, mencionado hoy solamente como Santa, qué milagros hacía por los que era tan considerado y cómo operaron los enemigos para construir este personaje actual de Santa.


Hubo un obispo que vivió en el siglo IV que se conoce como San Nicolás de Myra, por su lugar donde ejerció su oficio en Medio Oriente.

O San Nicolás de Bari, por Bari, Italia, el lugar donde fueron trasladados sus restos, ante el peligro de su profanación por la invasión musulmana.

Este santo fue tan popular en la antigüedad, que se le han consagrado en el mundo más de dos mil templos.

En los peligros, en los naufragios, en los incendios y cuando la situación económica se ponía difícil, la gente conseguía favores admirables por su intercesión.

Nicolás nació en la ciudad de Patras en Grecia, de padres ricos y piadosos. 

Sus padres eran fervorosos cristianos y lo educaron en valores cristianos.

Desde niño sobresalía por ser piadoso y por no importarle regalar a los más pobres lo que estuviera a su alcance.

Cuando fallecieron sus padres Nicolás heredó una gran fortuna, que puso al servicio de los más necesitados.

Luego su tío, el obispo de Patara, ordenó sacerdote al joven Nicolás y lo convirtió en su asistente personal.

El joven demostró ser un celoso catequista, inspirador de la comunidad cristiana y un siervo obediente a su tío.

Pero a su muerte los palestinos cristianos, sostienen que Nicolás se fue a vivir en una cueva como ermitaño durante tres años, después de visitar los lugares santos.

Y en una visión le fue dicho a Nicolás que volviera.

Se fue a vivir a Myra, actualmente Turquía, donde fue nombrado obispo de una forma muy peculiar.

Relata la historia que varios sacerdotes y obispos se encontraban discutiendo sobre quién sería el futuro obispo, ya que había fallecido el anterior.

No lograban ponerse de acuerdo, y se decidió que el primer sacerdote que entrase en el templo en ese momento fuera el elegido.

Y entró casualmente Nicolás.

Luego fue nombrado arzobispo.

Cuando fue obispo ordenó derribar el templo de Artemisa en Myra, que era el más grande y famoso de Licia, así como otros varios templos paganos, en su intento por extirpar los cultos paganos.

Pero fueron años difíciles para el arzobispo y su rebaño, quienes fueron forzados a la clandestinidad por el brutal emperador romano Diocleciano, que extendió la persecución a los cristianos.

Durante este tiempo el buen arzobispo, que tenía el carisma de bilocación, aparecía a menudo a los miembros encarcelados de su rebaño para dar ánimo y consuelo.

Hasta el día en que también fue descubierto en la clandestinidad y puesto en la cárcel, le quemaron la barba y fue torturado, pero sobrevivió.

Nicolás recibiría, según la tradición, dos apariciones de la Virgen María.

La primera aparición ocurrió antes de ser sacerdote y la segunda durante la celebración de la Santa Misa en el final del Concilio de Nicea.

En las dos apariciones María lo induce a cumplir con su misión espiritual.

Nicolás estaba muy comprometido en apoyar la doctrina de la divinidad de Cristo.

Asistió al primer concilio ecuménico en Nicea en el año 325.

Y se lo vio enfurecido por la negación de Arrio de la divinidad de Jesucristo. 

Entonces se dirigió hacia Arrio que estaba argumentando, tiró de él hacia abajo por la barba, y le dio un puñetazo en la cara.

Los escandalizados padres conciliares se abalanzaron sobre Nicolás, lo despojaron de su manto, y le echaron en la cárcel por su conducta brutal.

Esa noche, Nicolás recibió la visita de la Sagrada Familia, que soltaron sus ataduras y lo vistieron con su atuendo apostólico.

Los obispos quedaron asombrados por este milagro y se dieron cuenta de que la ira de Nicolás era justa.

Y fue restaurado con honor a su silla, donde el prelado anciano durmió durante la mayor parte de los procedimientos restantes.

Cuando despertó de una de sus siestas, fue acusado de dormir en el Concilio, con lo cual el venerable Nicolás respondió, «mientras ustedes hablaban, yo estaba ocupado rescatando un barco de un desastre en el mar».

Los capitanes griegos aún conservan la antigua costumbre de prometer una estatua de San Nicolás en la nave, llamada Tamata, si el santo los salva del desastre, en medio de una tormenta.

Eran tan admirables sus milagros al rezarle a este gran santo, que la devoción  a San Nicolás llegó a ser sumamente popular en toda Europa. 

Y se ha convertido en el Santo Patrono de Rusia, Grecia y Turquía.

Otro milagro muy conocido es el de haber vuelto a la vida por su intercesión a tres niños que habían caído de un árbol y muerto al instante; por eso a veces se lo dibuja con tres niños.

También se narra que una vez salvó la vida de tres generales condenados a muerte de forma injusta.

Y el milagro más reciente en el tiempo fue en la Segunda Guerra Mundial, cuando en un bombardeo a la ciudad de Bari, una madre se distanció de su niño en medio de la confusión, pero apareció felizmente horas después en la puerta de la casa sano y salvo.

Y el niño contó que un hombre que describió como San Nicolás lo asistió, lo protegió y lo llevó de regreso a su casa.

Pero lo más relevante del santo fueron sus obras de caridad.

Famoso fue que el santo arrojó medias con monedas de oro a través de una ventana abierta de una casa, para ayudar a evitar que tres hermanas fueran vendidas como esclavas, porque no tenían dote para casarse. 

De esta y sus muchas otras obras de caridad apareció la idea general de que vendría del cielo en la víspera de Navidad y daría regalos a los niños que se portaran bien.

Y surgió la tradición de que los niños escribieran cartas navideñas al Niño Jesús, entregadas por el santo.

Cuando los niños se acostaban en la víspera del día de San Nicolás, el 5 de diciembre, o los días del 16 al 24 de diciembre frente al pesebre, escribían sus pedidos al pequeño Jesús.

Estas cartas contienen listas de los regalos de Navidad deseados y son llevadas al cielo por San Nicolás y también por los ángeles.

Pero los enemigos de la Iglesia no pudieron soportar la fama popular de San Nicolás entre los niños e inventaron otra figura para desviar su atención.

En Francia transformaron al tradicional San Nicolás en la figura secular de Père Noel.

El título de père o sea padre, es un título común dado a los ancianos que tienen una especie de papel patriarcal entre la gente sencilla. 

Y la palabra Noel es una exclamación de alegría, similar a Aleluya, normalmente reservada para las festividades de Navidad. 

Así inventaron la figura del Papá Noel, que haría precisamente lo mismo que San Nicolás, pero que ya no sería un reflejo de la caridad y la santidad católicas.

Mientras que los protestantes, que odiaban el culto a los santos, sustituyeron la leyenda de San Nicolás por la leyenda de un mago nórdico llamado Sinterklaas. 

El nombre Santa Claus es simplemente una derivación de la palabra holandesa Sinterklaas, que es una traducción del latín Sanctus Nicolaus.

luego mezclaron muchas características del mago, como el trineo, el reno, etc., con la vida de San Nicolás y así desviaron la admiración de los niños de desde una figura religiosa a una fantasía.

También en 1809, Washington Irving escribió la Historia de Knickerbocker de Nueva York.

Una obra de imaginación, que incluyó varios cuentos sobre un alegre enano holandés correteando por las chimeneas para llevar regalos a los niños.

posteriormente hacia 1863, gracias al dibujante alemán Thomas Nast, adquirió la actual fisonomía de gordo barbudo bonachón, con la que más se le conoce.

Siendo representado desde ahí como un anciano vestido de rojo, con una barba muy blanca, que pasaba de casa en casa repartiendo regalos y dulces a los niños.

De modo que Papá Noel y Santa Claus, e incluso el Viejito Pascuero que surgió en Chile, lo mismo que otros personajes por el estilo, son la misma persona en la tradición actual, que derivan de un santo que existió y se llamó San Nicolás.

Actualmente este personaje legendario, sin ninguna connotación cristiana, trae regalos a los niños la noche del 24 al 25 de diciembre, en una Navidad despojada de la connotación del nacimiento de Jesús.

Arrojar oro dentro de calcetines de las personas fue una costumbre iniciada por San Nicolás para ayudar a las personas en problemas económicos.

Tiene su correlato actual en las medias rellenas en las chimeneas en Estados Unidos por ejemplo y en los zuecos de madera de los niños con los regalos en Holanda.