La persecución al doctor Andrew Wakefield por alertar sobre las secuelas causadas por la polémica vacuna MMR, conocida en España como triple vírica, inoculación destinada a la población infantil contra rubeola, paperas y sarampión, constituye uno de los escándalos sanitarios más graves de los últimos años. Sin embargo, los poderosos han conseguido que sea prácticamente imposible encontrar información a favor del doctor Wakefield y la denuncia contra la trama urdida contra él por parte de la mafia farmacéutica y médica, con la complicidad necesaria de los medios de comunicación.
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