Carbonia 24bis -12-2022
La Tierra se transformará en una nueva Tierra.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, te bendigo.
Acercaos a la Cuna, hijos míos: esta noche Jesús vuelve en su esplendor para manifestarse a la humanidad, para que el hombre crea que Jesús está vivo y no muerto.
Él vive dentro de vosotros, hijos míos;
Nació para la vida, no para la muerte.
¡Vive y no muere!
¡Su Grandeza es infinita, Su Poder es infinito!
¡Él es Dios, Él es el Creador de todas las cosas!
Pronto regresará a la Tierra
y se manifestará a los hombres para que crean.
Como entonces, ¡la historia se repite! ...
Como Tomás, el hombre pondrá el dedo en la llaga de Jesús y también él creerá, el que negaba al Señor creerá finalmente que Dios existe, que Dios existe, que Dios está vivo y está siempre entre nosotros.
El hombre se ha alejado demasiado de su Señor; ¡ha buscado satisfacción en la tierra!
Lo que el hombre conoce hoy desaparecerá pronto.
La Tierra se transformará en una Tierra nueva, un mundo donde los hijos de Dios, la nueva generación, llegará a disfrutar de todas las Bellezas que Dios pondrá a disposición de Sus hijos, Sus elegidos, aquellos que habrán seguido al Señor Jesucristo con absoluta fidelidad, habrán respetado los Mandamientos de Dios y habrán vivido en Sus Leyes, alejándose del mundo, alejándose de todo lo que no pertenece a Dios sino a Satanás.
Ciertamente, la vida hay que vivirla, hijos míos, es un don del Creador... ¡pero el hombre debe vivirla respetando la voluntad de Dios!
¡Tened amor a vuestros hermanos; tened amor a vuestro prójimo, sed caritativos con todos! Que la sonrisa nunca falte en tus labios, en cualquier situación en la que te encuentres. El sufrimiento es la condición que os permite la transformación, ¡os purifica! La purificación pasa por la cruz.
El hombre, al abrazar el pecado, se ha alejado completamente de la Gracia de Dios; se ha encontrado en el mundo sufriendo de una manera que Dios no habría permitido si el hombre hubiera permanecido fiel a Él.
Oh, tú que sigues al Señor con ardiente amor
vosotros que deseáis entrar en la Nueva Tierra y abrazarle;
vosotros que le amáis, ¡pronto tendréis una vida nueva!
El Señor ha preparado para sus hijos un tiempo nuevo, un mundo nuevo; una nueva generación caminará en absoluta fidelidad a Él.
Preparaos ahora para el acontecimiento especial: Dios renace en la Cuna, ¡y vosotros debéis adorarle!
Hijos míos, una vida nueva os espera, una vida llena de felicidad en las maravillas de la Creación que Dios os dará a conocer; ... por Su amor saborearéis todo Su Bien.
Rezad por su regreso anticipado. Desead entrar en la vida nueva, participar de Dios en su Belleza eterna.
Os bendigo, hijos míos, os acompaño en esta Noche Santa en la que el Redentor vuelve en su LUZ para manifestarse al mundo.
Guardad el amor de Dios en vuestros corazones,
sacrificaos por vuestro prójimo,
dad de vosotros mismos, para que podáis salvarlos: ¡no pueden comprender como Satanás ha conseguido arrancarles el corazón, cerrarles los ojos a la Belleza de Dios, ha conseguido conducirlos a las infinitas miserias de su mundo!
Pero todo está a punto de ser nuevo. Adelante con valor y fuerza, hijos míos, ¡sed verdaderos soldados de Jesucristo! La verdadera batalla ha comenzado: ¡ya habéis llegado al final de esta carrera!
Venced manteniendo en vosotros una fe firme en Jesucristo Amor, para que seáis recompensados en su nueva tierra.
Os bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Llevad esta bendición a vuestros hogares y a vuestras familias.
Dad la bendición de Jesús a las personas que están a vuestro lado. Amén.