CIUDAD DEL VATICANO El Papa Francisco parece estar utilizando la ética situacional como una cláusula de escape para eludir la prohibición categórica de la Iglesia Católica de los actos homosexuales como intrínsecamente malos.
Carta de Francisco al P. James Martin
En una carta manuscrita al jesuita propagandista LGBT P. James Martin, Francisco matiza la proscripción bíblica y magisterial de la conducta homosexual con la salvedad: "Por supuesto, también hay que considerar las circunstancias, que pueden disminuir o eliminar la culpa."
El padre Martin publicó la carta del papa en su canal de Twitter el sábado a las 12 de la mañana, horas después de que el papa Francisco hubiera escrito la misiva en respuesta a tres preguntas que el activista homosexualista jesuita planteó al pontífice.
La carta del papa en español fue traducida al inglés por J.D. Long-García e Ivan Briggeler y publicada en "Outreach", un sitio web que dice ser "un recurso católico LGBTQ" que opera "bajo los auspicios de America Media, un ministerio jesuita."
El comunicado de Francisco se publicó con un artículo adjunto de Outreach titulado: "El Papa Francisco aclara sus comentarios sobre la homosexualidad: 'Hay que considerar las circunstancias'".
Martin hizo hincapié en la aparente exención que el Papa estaba ofreciendo para los actos homosexuales en su tweet, señalando cómo Francisco había "aclarado sus recientes comentarios sobre la homosexualidad" en su "histórica entrevista" con Associated Press con las palabras "uno debe considerar las circunstancias."
En su nota de aclaración a Martin, Francisco no especificó las circunstancias en las que la culpa de los actos homosexuales sería "disminuida o eliminada."
En su lugar, aclarando sus palabras en la entrevista que AP publicó el miércoles, Francisco escribió a Martin: "Cuando dije que [la homosexualidad] es un pecado, me refería simplemente a la enseñanza moral católica, que dice que todo acto sexual fuera del matrimonio es un pecado."
Francisco añadió otra cláusula de escape a su reafirmación de la enseñanza de la Iglesia, señalando: "Esto es hablar de 'la materia' del pecado, pero sabemos bien que la moral católica no sólo toma en consideración la materia, sino que también evalúa la libertad y la intención; y esto, para todo tipo de pecado."
En declaraciones a Church Militant, el teólogo católico Dr. Gavin Ashenden señaló que "la 'eliminación de la culpa' por 'circunstancias' del Papa ofrece un principio de discernimiento moral sin fronteras ni límites".
"A menos que sea cuidadosamente matizado, puede ser utilizado como un instrumento de relativización completa", advirtió Ashenden. "Lo cual, en el contexto de la legitimación del amor homoerótico, es lo que pretendía el autor y habrá recibido del destinatario".
Ashenden, presentador del podcast Merely Catholic, se explayó:
Los progresistas, siguiendo una iniciativa ética llamada ética de situación, quieren hacer depender las categorías de la calidad de la relación. Así que los actos homosexuales de intimidad erótica escapan a la categorización de pecaminosos cuando, como se afirma, alcanzan virtudes cualitativas -como la ternura, la permanencia, la fidelidad, los resultados terapéuticos, etc.
Si el Papa Francisco está en lo cierto, y la calidad de una relación permite trascender el matrimonio para validar las relaciones homosexuales, ¿por qué no habría de servir para validar la extensión de la pareja a un trío? ¿Acaso tres personas no pueden ser tan tiernas, íntimas, confiadas y comprometidas como dos?
El Dr. Ashenden confirmó que el pontífice estaba recurriendo a la "ética de situación", un cuerpo de pensamiento ético que propone que "la toma de decisiones morales es contextual o depende de un conjunto de circunstancias".
El término "ética de situación" (también conocido como "ética situacional") fue acuñado por el sacerdote episcopaliano Joseph Fletcher en 1966 en su libro Situation Ethics: The New Morality. Según el eticista, el comportamiento moral debe asumir que todas las situaciones son únicas.
Proponiendo una ética en la que el amor es lo único intrínsecamente bueno, Fletcher sugiere que actos como la mentira, el sexo prematrimonial, el adulterio o incluso el asesinato, podrían ser morales, dependiendo de las circunstancias.
Mientras que algunos pueden analizar los comentarios del Papa utilizando la teología moral católica, Francisco ha sido criticado anteriormente por palabras y acciones que muestran su recurso a la "ética de la situación" en el ámbito de la moral sexual.
"El papa Francisco ha abrazado la ética de situación y se ha alejado de los fundamentos firmes y auténticos de la moral católica", argumentó el canonista católico Thomas L. Mulcahy en 2017.
La exhortación apostólica de Francisco "Amoris Laetitia abre potencialmente la puerta a la justificación de prácticamente cualquier tipo de pecado mortal", escribió Mulcahy, explicando cómo "un objetivo fundamental de Amoris Laetitia era proporcionar un argumento de conciencia para las relaciones homosexuales."
En el controvertido documento, Francisco declara: "¡Nadie puede ser condenado para siempre, porque esa no es la lógica del Evangelio! Aquí no hablo sólo de los divorciados y vueltos a casar, sino de todos, en cualquier situación en la que se encuentren" (el subrayado es nuestro).
Por el contrario, el Papa Juan Pablo II advirtió contra la ética situacional en su encíclica sobre la moral católica, Veritatis Splendor: "Las circunstancias o las intenciones nunca pueden transformar un acto intrínsecamente malo en virtud de su objeto en un acto 'subjetivamente' bueno o defendible como elección."
Martin también preguntó al Papa qué diría a los obispos católicos que aún apoyan la criminalización de la homosexualidad. "Le diría a quien quiera criminalizar la homosexualidad que está equivocado", respondió Francisco.
Los observadores que señalaron que los comentarios fueron dirigidos a los obispos africanos justo antes del viaje apostólico del Papa a la República Democrática del Congo y Sudán del Sur criticaron a Francisco por participar en lo que el pontífice ha condenado como "colonización ideológica."
En 2008, el gobierno autónomo de Sudán del Sur aprobó su propio código penal, que prohíbe el "coito carnal contra natura", castigado con multa y pena de hasta 10 años de cárcel.
La Ley de Pasaportes e Inmigración de 2011 (sección 15) sobre denegación o cancelación de visados establece: "Sin perjuicio de lo dispuesto en la sección (14) anterior, no se concederá visado a un extranjero del que (6) se sospeche razonablemente que entra en Sudán del Sur con fines de prostitución, homosexualidad, lesbianismo o trata de personas."
El matrimonio entre personas del mismo sexo no está reconocido en el artículo 40 de la Constitución congoleña: "Todas las personas tienen derecho a casarse con una persona de su elección del sexo opuesto y a crear una familia".
Curiosamente, Francisco parece contradecir el espíritu del párrafo 251 de Amoris Laetitia, que afirma: "Es inaceptable 'que las Iglesias locales sean sometidas a presiones en esta materia [el matrimonio entre personas del mismo sexo] y que los organismos internacionales supediten la ayuda financiera a los países pobres a la introducción de leyes que establezcan el "matrimonio" entre personas del mismo sexo."
En octubre de 2021, el papa Francisco y el alto prelado ghanés Peter Turkson mantuvieron un silencio diplomático cuando los obispos católicos de Ghana respaldaron la legislación gubernamental para criminalizar la defensa del colectivo LGBT, informó Church Militant.
El Proyecto de Ley de Promoción de los Derechos Sexuales Humanos Adecuados y los Valores Familiares de Ghana (2021) prohíbe "LGBTQ+ y actividades relacionadas" y "propaganda de, defensa de, o promoción de LGBTTQQIAAP+ y actividades relacionadas." Alega el interés de proteger a los niños y a las víctimas de abusos.
El 11 de noviembre, el Papa Francisco recibió a James Martin por segunda vez en una audiencia privada en la biblioteca papal del Palacio Apostólico del Vaticano. "Me apoyó increíblemente", dijo el padre Martin.
En 2020, Francisco escandalizó a los fieles católicos cuando telefoneó a Andrés Rubera y Darío De Gregorio, a quienes se atribuye haber convencido al Papa de que "los homosexuales tienen derecho a tener una familia." En 2009, la pareja se "casó" en Canadá y tuvo tres hijos con la madre de alquiler lesbiana Kerilyn.
El dúo homoparental aplaudió a Francisco por acogerles incondicionalmente en la Iglesia como pareja homosexual con hijos. "Soy el Papa Francisco. Te llamé dos veces, pero no contestaste. He leído su carta. Es hermosa, y he entendido tu punto de vista", dijo Francisco a Rubera en respuesta a una carta de la pareja.
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