El homosexualista Bergoglio defiende la homosexualidad



Francisco cree que las leyes que protegen a la sociedad de los actos homosexuales son "injustas" y que la Iglesia debe trabajar para acabar con ellas (APnews.com, 25 de enero).

"La Iglesia tiene que hacer eso. Tiene que hacer esto", divagó. "Ser homosexual no es un delito. No es un delito. Sí es un pecado".

Este tipo de leyes son comunes en la mayor parte del mundo, como África u Oriente Medio, pero Francisco cree que los obispos que las apoyan tienen que pasar por un proceso de "conversión" a la perversión.

Francisco también quiere que los obispos promuevan la homosexualidad en la Iglesia. Cita selectivamente el Catecismo, pero el Catecismo reconoce que los actos homosexuales son de una grave depravación, un mal inherente y una abominación que clama venganza al cielo.

Además ya se sabe que bergoglio defiende la unión civil homosexual.

La experiencia enseña que la despenalización de los actos homosexuales es sólo un primer paso, al que seguirá la legalización del pseudomatrimonio homosexual, la adopción homosexual, la corrupción homosexual de menores y la ideología homosexual impuesta por un régimen homosexual totalitario con su propia gaystapo.




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