Moscú opina que al menos 50 países están trabajando juntos por un objetivo común, que es borrar a Rusia “de la faz de la tierra”, pero no lo lograrán.
Las 50 naciones se propusieron el objetivo de “estrangular” a Rusia y “borrar a nuestro país de la faz de la tierra”, ha sostenido este sábado el vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, Dmitri Medvédev, para luego añadir que, sin embargo, esto “no funcionará; somos más fuertes”.
En un artículo publicado en la revista rusa National Defense, el también expresidente ruso ha acusado a los países en cuestión de usar la operación militar rusa en Ucrania para promover su agenda.
“Una vez más, nos enfrentamos a casi todo un imperio de varios enemigos: neofascistas ucranianos y europeos, Estados Unidos, otros anglosajones y sus vasallos”, ha precisado.
Según Medvedev las ilusiones sobre el Occidente “democrático” finalmente se disiparon durante el año pasado. En efecto, ha agregado, “el mundo occidental” es solo una pequeña parte de la comunidad mundial, alrededor del 15 % de la población mundial.
Por otro lado, Medvédev ha denunciado el apoyo militar ofrecido por los países occidentales a Ucrania, indicando que solo la total ayuda militar estadounidensea Ucrania ascenderá a unos 50 000 millones de dólares en un futuro próximo, sin contar las “transferencias” europeas.
“Durante la operación especial, Ucrania ha recibido material más que suficiente de Estados Unidos para prolongar al máximo las acciones militares”, ha criticado.
Conforme explica Medvédev, esto incluyó al menos 40 sistemas móviles de cohetes de lanzamiento múltiple y municiones HIRMAS, ocho sistemas de defensa aérea NASAMS, 31 tanques M1, 45 T-72B, 109 vehículos de combate Bradley, 300 vehículos blindados de transporte de personal M113 y 90 Strykers, más de 1600 defensas aéreas portátiles Stinger, más de 8500 misiles antitanques Javelin y más de 50 otros sistemas antitanques.
Es más, ha agregado, Washington también autorizó a algunos estados miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y la Unión Europea (UE) a suministrar a Ucrania armas fabricadas en Estados Unidos por un valor de más de 13 000 millones de dólares.
Eso mientras, las autoridades rusas han denunciado en reiteradas ocasiones que Occidente está poniendo en riesgo su propia seguridad al entregar ingentes suministros de guerra a Kiev, y ha advertido que ese comportamiento echa leña al fuego del conflicto y solo prolongará la crisis en Ucrania.