Carbonia 09.05.2020
¡la abominación está lista! el calvario de esta humanidad ya desciende. la esfera de la 'redención' llegará de repente.
La gran catástrofe es inminente, Oh hombres, elegid la salvación, cerrad las puertas del Infierno.
Hijos míos, mostraos ahora más fuertes, porque la batalla continuará, y los que no se hayan mantenido en Mí no se salvarán.
Cubos de hielo caerán del cielo, y la niebla hará estragos en toda la Tierra.
La abominación está preparada, el calvario de esta Humanidad ya desciende.
De repente, el astro de la "Redención" descenderá del cielo como un rayo para golpear la Tierra. Fuego y llamas, gritos inhumanos vendrán, pero Mi pueblo, fiel a Mí, estará a salvo Conmigo.
Te grito, oh pueblo ingrato, te grito, oh mi pueblo amado: arrepiéntete ahora porque ya no hay tiempo, Mi grito se oirá en todo el Universo y los que no Me han dado gloria serán sepultados en cenizas.
Muchas tierras arderán, otras desaparecerán de la faz de la Tierra. Los lagos se secarán y los mares hervirán, los volcanes entrarán en erupción al unísono...
Oh hijos míos, ¿por qué habéis llegado a este punto?
¿Por qué no habéis escuchado mis llamadas de salvación?
¿Por qué os habéis burlado de mi Madre y de mis profetas?
Estos trajeron la Verdad al mundo, pero vosotros permanecisteis sordos a Mis llamamientos, por eso ahora recogeréis lo que habéis sembrado.
¡Cuánto dolor hay en Mí! ¡Cuánto dolor en María, mi Madre! Todo el Cielo llora por vuestra maldad, por esta sentencia de muerte vuestra, elegida en vuestra total libertad!
¡La palabra "FATIMA" se leerá en el cielo!
La hora de la Justicia divina entrará con poder, ningún hombre podrá salvarse si no se ha guardado en Mí.
La Tierra entera temblará, el rugido del trueno rugirá hasta que muráis, vuestros corazones se romperán, ... ¡comprenderéis de repente que todo estaba en Mí, que todo lo que os fue predicho por los profetas estaba en Mí pero, en vuestra incredulidad e indiferencia, habéis negado "todavía" al Dios hecho Hombre! Os habéis arrastrado al Infierno, oh hombres, ya no será posible salvaros.
¡María Santísima abre su manto para custodiar a su pueblo, para ponerlo a salvo del azote venidero que está a punto de golpear la Tierra!
Tened piedad de vosotros mismos, oh hombres. Yo Dios os pido de nuevo vuestra urgente conversión.
La peste extenderá su mayor azote después del gran aviso, cuando a la Tierra le falte todo, justamente todo, a esta Humanidad destinada a morir por su propia elección.
¡Miserum est!