El rescripto de Francisco contra la Misa Tradicional es una "intolerancia brutal", dijo el cardenal Müller a InfoVaticana.com (24 de febrero).
También es "pastoralmente contraproducente" y "un ejemplo espantoso de incompetencia teológica para distinguir entre la sustancia indisponible del sacramento y la riqueza de las formas de los ritos litúrgicos."
Müller explica que dentro de la única Iglesia católica existen diversos ritos litúrgicos legítimos que han ido creciendo históricamente.
El rescripto "degrada" a los obispos "a peticionarios ante la máxima autoridad, es decir, la burocracia del Dicasterio para el Culto" y "daña la responsabilidad pastoral del episcopado".
Müller lamenta que de este modo se debilite la autoridad papal porque el comportamiento de Francisco da la impresión de un liderazgo autocrático.
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