La vida religiosa de las Monjas de Pienza se ha visto seriamente comprometida por una grotesca serie de agresiones, amenazas e intimidaciones que han implicado a la prensa y han dañado no sólo su reputación, sino también su paz interior y su bienestar psicofísico. ¿Y todo esto por qué razón y con qué propósito? Más allá de los intereses económicos de los subordinados, interesados en desalojar a las Religiosas para disponer del antiguo Seminario y destinarlo a un centro de acogida de refugiados o venderlo para convertirlo en un lujoso resort, es claramente voluntad del Dicasterio castigar a las Religiosas por su decisión de acercarse a la Tradición y a la Misa antigua, en el contexto de un ataque generalizado a los Monasterios de vida contemplativa.
La acusación de este delito de "injurias al Concilio" -y más aún de "injurias a Su Majestad", es decir, a Bergoglio y sus celosos adláteres- ha logrado persuadir a las religiosas de la necesidad de abandonar definitivamente el rito reformado y abrazar exclusivamente la liturgia tradicional. Y si una actitud más prudente y paternal habría quizás retrasado este proceso de "conversión", la arrogancia y el autoritarismo del Dicasterio, de la Diócesis y de la Federación Piceno han reforzado la determinación de las Monjas, fortaleciendo el vínculo comunitario, la fidelidad a la Abadesa y su voluntad unánime. No se puede decir que el Vaticano salga bien parado: fuerte con los débiles y débil con los fuertes, como ocurre siempre que se prefiere seguir la mentalidad del mundo y negar los principios del Evangelio.
Es lamentable constatar que -sea cual sea la decisión de las autoridades implicadas- lo último que interesa a los mercenarios que infestan la Curia romana es ejercer concretamente esa Caridad que demasiadas veces hemos oído mencionar de palabra, mientras practican en grado sumo ese "clericalismo" contra el que su líder ha arremetido una y otra vez.
Y mientras los burócratas romanos no dudan en privar a esta comunidad de los medios de subsistencia, las Monjas se organizan para hacer frente a las necesidades más urgentes fundando la Asociación "Maria Tempio dello Spirito Santo". Esta iniciativa brindará a los fieles -víctimas también de estas escandalosas purgas- la oportunidad de dar testimonio concreto de su apoyo a las religiosas, que representan una referencia espiritual indispensable en el tejido eclesial local. Será interesante ver cómo responde el Vaticano a una muestra de apoyo de los laicos, a quienes los partidarios de la "vía sinodal" bergogliana parecen considerar importantes en la Iglesia. La Asociación permitirá a los fieles ayudar a las Monjas con donaciones, legados o herencias, y más adelante también será posible [para los italianos] destinar su "5 per mille" a las Hermanas como parte de su declaración de la renta.
Quien desee ayudar a las Hermanas puede enviar su ofrenda a la cuenta de la Associazione "Maria Tempio dello Spirito Santo" en [el banco italiano] BancoPosta, código IBAN: IT84Q0760114500001065644401
Pero si la ayuda material a las monjas es ciertamente importante, no lo es menos la ayuda espiritual, que cada uno de nosotros puede prestarles con la oración y la penitencia, haciendo fecundos estos días de Semana Santa.
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+ Carlo Maria Viganò, Arzobispo