Carbonia 25.04.2023
Amada Madre Mía...
¡Ríos de gracias vendrán para mis Hijos!
Amados de vuestro Dios
ha llegado el tiempo de las novedades
el Corazón Inmaculado de María está en su triunfo,
¡los elegidos de Dios se alegrarán!
Bendita Madre mía, Flor de mi Seno:
Tú eres la Estrella del Amor,
eres mi Amor, mi Todo.
Tu Hijo Jesús te reviste con su misma Persona,
en Ti está el triunfo de esta Humanidad.
Mi Madre Purísima:
Yo, tu Hijo Jesús, estoy siempre en Ti;
Estoy encarnado en Ti, vivo en Ti.
Te concederé todo lo que pidas para Tus Hijos,
Te elevaré a Corredentora del Plan de Salvación.
Mi castísima Madre:
Tú eres, y por siempre serás, la Estrella que ilumina el camino,
Conmigo estarás por siempre:
Tu Corazón es Mío, Tu Seno es Mío, Tu Todo está en Mí.
Mujer de excelso Amor y Caridad:
Tú eres la Mujer que renovará la Tierra,
La que abrazará a esta Humanidad a la Salvación.
Dios te ha elegido para Sí,
Tú eres fortaleza en Dios.
Oh Madre:
Sana los corazones de los hombres con Tu Amor y Tu dulce Sonrisa.
Sé Madre de todos: recíbelos en Ti,
renuévalos con el santo crisma de la Iglesia Madre,
instruye a tus Hijos en la santa Doctrina de Dios.
Usa tu poder en Dios para renovar las almas perdidas:
Restáuralas con el fuego de Tu Amor.
Amada Madre
Vela por esta Humanidad perversa, ... que lo ha perdido todo de Mí, para seguir a Satanás;
Devuélvelas a Ti, tenlas cerca de Ti hasta que sus corazones vuelvan a latir en amor por Mí.
Estudia sus pasos, anticípalos en el Bien.
Dispersa a los que no son "Míos": Satanás se los llevará consigo.
Madre de los Mil Dolores:
Tú, que junto a tu Hijo Jesús sufriste por la salvación de los hombres,
tendrás la dicha de poseerlos a todos en el Paraíso.
Infinitas gracias descenderán sobre esta triste Humanidad, pues Dios lo prefiere así, quiere recuperar a cada hombre, darle a vivir de Sí mismo y en Sí mismo.
La voz de Dios retumbará sobre todo el Universo, ¡un fuerte rugido atraerá la atención de todos los hombres!
¡Dios se manifestará al mundo como el Único y Verdadero Dios!
La Pascua del Señor está cerca, oh hombres,
Estad preparados, con los zapatos en los pies, las caderas ceñidas y el bastón en las manos,
porque de pronto estaréis ante Aquel que es vuestro Dios Amor, vuestro único Salvador.
Preparaos para recibir los dones del Espíritu Santo.
Orad,
ayunad,
servid,
amad,
adorad al Señor de todo corazón. Amén.