Obispos eliminan la palabra `herejía´ de la Carta de san Pedro —Italia



Hoy les presento una traducción errónea de la CEI (Conf Episcopal Italiana) 2008 contenida en la Segunda Epístola de Pedro.

Presten mucha atención porque es realmente colosal.

El versículo en cuestión es 2 Pe 2:1.

CEI 1974: "habrá entre vosotros falsos maestros que introducirán herejías perniciosas..." (2 Pe 2:1);

VULGATA: "sicut et in vobis erunt magistri mendaces, qui introducent sectas perditionis et eum..." (2 Pe 2,1) ;

 

CEI 2008 : "...habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán facciones que llevarán a la ruina" (2Pe 2,1).

Al comparar las traducciones, me he quedado helado.

La traducción del 74 utiliza el término "herejías perniciosas", insinuadas por los "falsos maestros" durante los últimos tiempos; la Vulgata traduce con el término "sectas" (del latín secta: doctrina, escuela filosófica, secta religiosa, etc.); finalmente, la CEI 2008, como un conejo sacado de una chistera, nos proporciona por arte de magia el término "facciones".


Antes de mi comentario, leamos el término griego original "AIRESEIS", que sólo tiene un significado: "HEREJIAS".

San Pedro, en su II Carta, advierte contra los falsos maestros que introducirán "HEREJIAS" en los últimos tiempos, no "facciones", como traduce 2008.

Quiero tomar como ejemplo la simplicidad, partiendo de cualquier diccionario de lengua italiana.

La diferencia sustancial radica en la objetividad del término 'herejía', definido como doctrina contraria a una verdad de fe propuesta por la Iglesia católica como revelada por Dios, frente al evidente relativismo que se desprende del término genérico 'facción', definido por el diccionario como secta, partido político que alberga una acalorada intolerancia hacia otros partidos.

¿A qué hemos llegado? ¿A que los católicos cuestionen la objetividad de la doctrina católica eliminando el - molesto, obsoleto y de sonoridad medieval - mencionado término 'herejía'?

¿Lo sustituimos por 'facción', como para indicar que, en el fondo, no hay que tomarse demasiado en serio la doctrina, y que nunca, se hable de que las doctrinas anticristianas son heréticas?

En mi opinión, este error no es un equívoco ni una sutileza. Cuanto más me sumerjo en esta búsqueda mía, más me convenzo de que la matriz de estos cambios no es en absoluto accidental, al contrario, se trata de una ideología profundamente arraigada.

El término facción lo generaliza todo para mí. Me confunde y no me aporta una solución doctrinal. El término herejía, por el contrario, define como una cizalla lo que no debo seguir, gracias a las amonestaciones de nuestro querido primer Papa Pedro.

Las facciones teológicas, después de todo, siempre han existido incluso en siglos posteriores: agustinos contra tomistas, franciscanos contra dominicos, realistas contra idealistas. Pero todos los Padres de estas escuelas teológicas hicieron su contribución fundamental al desarrollo de la teología.

San Pedro, sin embargo, no se refiere a un "partido contra otro" (facción). Se refiere a doctrinas contrarias a las verdades de la fe (herejías).

Hasta un niño entiende esta diferencia.

Que la herejía se ha infiltrado en la Iglesia católica nos lo predijo, de hecho, Pablo VI el 29 de junio de 1972 con estas palabras: "Refiriéndose a la situación de la Iglesia hoy, el Santo Padre afirma que tiene la sensación de que "por alguna grieta, el humo de Satanás ha entrado en el templo de Dios". Hay duda, incertidumbre, inquietud, insatisfacción, confrontación. Ya no nos fiamos de la Iglesia, nos fiamos del primer profeta profano que venga a hablarnos desde algún periódico o algún movimiento social para perseguirle y preguntarle si tiene la fórmula de la vida verdadera. Y no nos sentimos ya sus amos y señores. La duda ha entrado en nuestras conciencias, y lo ha hecho por ventanas que, en cambio, deberían haberse abierto a la luz. De la ciencia, que está hecha para darnos verdades que no nos alejen de Dios, sino que nos hagan buscarlo aún más y celebrarlo con mayor intensidad, ha venido en cambio la crítica, ha venido la duda. Los científicos son los que más pensativa y dolorosamente se curvan la frente. Y acaban enseñando: 'No lo sé, no lo sabemos, no podemos saberlo'. La escuela se convierte en un campo de entrenamiento para la confusión y las contradicciones a veces absurdas. Se celebra el progreso para luego demolerlo con las revoluciones más extrañas y radicales, para negar todo lo conquistado, para volver a lo primitivo después de haber ensalzado tanto el progreso del mundo moderno.

 

Y yo diría que la profecía también concierne a estas ruines traducciones. La herejía de eliminar el concepto de herejía.

Repito (no es arteriosclerosis), incluso Pablo VI, un par de milenios después de San Pedro, no habla de meras facciones, partidos o puntos de vista teológicos diferentes, ¡sino de verdaderas herejías! Parece, pues, que los traductores de 2008 quieren eliminar esta palabra incómoda (herejía) de la Escritura, porque es mejor pensar que la herejía ya no existe (según los nuevos cánones relativistas) y que cada uno es libre de expresar sus ideas como quiera, incluso en el campo doctrinal.

 

Desaprobemos lo absoluto, obsoleto y pasado de moda, y demos rienda suelta a la dictadura del relativismo (cit. Benedicto XVI).

Al fin y al cabo, haciendo examen de conciencia, ¿no hay muchas cosas por las que deberíamos escandalizarnos y oponernos y, en cambio, nos quedamos mirando?

A veces, en lugar de escuchar con actitud diplomática, deberíamos reconocer como herejías muchas declaraciones incluso de ilustres prelados. 

¿Qué piensa, por ejemplo, de los siguientes artículos? No hago de ellos un absoluto, por Dios. Pero quizá ha llegado el momento de abrir los ojos y darnos cuenta de que la Iglesia se está deslizando hacia posiciones que son, efectivamente, heréticas:


Eutanasia https://lanuovabq.it/it/pdf/gli-inciampi-di-mons-paglia-sulleutanasia

Aborto: divagaciones https://www.aldomariavalli.it/2022/11/25/aborto-sulle-farneticazioni-di-bettazzi-e-piana/

Son sólo dos ejemplos, tomados de periódicos que desde hace tiempo expresan determinadas posiciones. Sobre todo en los últimos 10 años.

He aprendido a tomármelo todo con humor, lo reconozco. Como espero que usted haga conmigo también, por justicia a la verdad.

Sin embargo, volviendo al tema de las traducciones, me parece que las pruebas hablan por sí solas y que el estrago hacia las Escrituras no tiene precedentes.

Educar a la nueva generación con nuevas palabras, diferentes en significado, y en el futuro los creyentes ni siquiera sabrán lo que significan ciertas palabras antiguas y sabias.

 

Investigador bíblico



trad por religionlavozlibre de Marco Tosatti