El anillo de bodas de María y José


los esposos reciben al usar los anillos matrimoniales

Cómo se usa y el ángel que protege al matrimonio.

Los judíos, los romanos y otros pueblos pre cristianos, tenían la costumbre de que el varón le colocaba un anillo en el dedo meñique a su futura esposa, significando un acuerdo legal.

Pero con el cristianismo el anillo se comenzó a colocar en los dedos del hombre y la mujer, se constituyó en símbolo de alianza indisoluble entre los dos cónyuges y adquirió poderes sobrenaturales.

Los anillos nupciales fueron costumbre a partir del siglo VI, y el fenómeno se extendió por todo el planeta, hasta el día de hoy.

Aquí hablaremos sobre la simbología sacramental de los anillos de boda, la protección sobrenatural que brindan y haremos revelaciones sobre el anillo nupcial de San José y la Virgen María.

Los anillos nupciales son la señal del pacto de amor entre el esposo y la esposa, la fidelidad que se prometen el uno al otro y la fidelidad ante Dios, quien bendecirá el matrimonio.

En algunos países se les denomina alianzas, que suena como más elocuente. 

También los anillos de bodas son el signo universal de que el portador está comprometido con otro.

Para cada individuo, el anillo proporciona un recordatorio tangible de las promesas que se han hecho en el matrimonio, de que el amor nunca debe terminar.

Pero los anillos no siempre brillarán con la misma intensidad. Porque al igual que la relación matrimonial, están sujetos al desgaste de la vida cotidiana, y a los ataques espirituales que recibirán los esposos durante su trayecto familiar.?

El anillo nupcial tiene la condición de un auténtico sacramental, como el anillo del pescador que se coloca al nuevo Pontífice, y el que reciben los religiosos desde cardenales y obispos, hasta monjas, cuando su ordenación.

Pasa de ser un simple arito a convertirse en un instrumento de profesión de vida, de renuncias y sacrificios santificantes.

También es un signo de oración de la iglesia por sus hijos, y dispone para recibir gracias y otros efectos para la vida espiritual.

Llevar siempre consigo ese anillo de matrimonio, no sólo es un acto de amor, fidelidad y deber conyugal, sino que es un elemento de protección.

Porque la tradición indica que una vez constituida la pareja conyugal, Dios asigna un ángel especial para ella, con la finalidad de proteger esa unión y a cada integrante, en función de que el matrimonio funciona como a «una sola carne».

Su uso llega a tener la fuerza de un exorcismo contra tentaciones y ataques de espíritus malignos, que inducen al adulterio y la fornicación.

Tanta importancia tienen los anillos, que su entrega constituye un episodio resaltado en una boda.

Es usual que los anillos ingresen solemnemente al templo sobre un elegante almohadón o una cajita, llevados por un niño.

durante el sacramento matrimonial el sacerdote los bendice y rocía con agua bendita.

Luego invita a los novios a que se los coloquen mutuamente, repitiendo palabras de compromiso, fidelidad y amor.

Sin embargo, esta ceremonia no es obligatoria ni su ausencia invalidará el matrimonio.

La construcción del anillo también tiene su simbología.

Está creado de un material que nunca se empañará, simbolizando que su amor permanecerá sólido a lo largo de todos sus años.

El anillo es creado también en un círculo perfecto, que no tiene fin, significando que su amor permanecerá para siempre, sin fin.?

Algunas tradiciones indican que el anillo de bodas debe tener un centro abierto, como el interior de una tubería, por donde fluye la corriente constante de amor de un cónyuge a otro. 

Una corriente de paciencia, bondad, humildad, cortesía, dominio propio, perdón, veracidad, paciencia, compasión y mansedumbre.

Y se usa ajustado, para que permanezca en su lugar y no se deslice sobre el nudillo. 

El ajuste perfecto representa el estrecho vínculo entre el marido y la mujer. 

Además, su firmeza representa la naturaleza restrictiva del matrimonio, un amor casto que se comparte exclusivamente entre sí y con nadie más.

Los anillos se acostumbran colocar en el dedo anular de la mano izquierda, en el dedo del corazón, donde se siente más el pulsar del poderoso órgano que simboliza al amor al cónyuge y a Dios.

Alguna vez se creía que había un nervio, o una vena de sangre, que corría desde este dedo hasta el corazón.?

Los anillos entrelazados uno con el otro, son el símbolo gráfico más común del matrimonio.

A veces se coloca una cruz entre los anillos, que significa que Jesús es el centro, la fuerza vinculante de un matrimonio cristiano, y que los cónyuges llevarán sus cruces juntos. 

Y ocasionalmente, se agregan dos velas blancas, una dentro de cada anillo, que indican que su fe bautismal es el fundamento de su matrimonio, y que su membresía conjunta en el cuerpo de Cristo actuará como una fuerza unificadora en su vida en común.

Con frecuencia se representa a María y José intercambiando anillos ante un sacerdote en el Templo.

Porque desde la Edad Media los anillos de la boda de San José y la Virgen María ejercieron fascinación en la religiosidad popular, porque la Sagrada Familia es el ideal de la familia cristiana

Y hay por lo menos 7 anillos que dicen ser la reliquia de ese sagrado anillo nupcial.

Pero el que goza de más predilección es el que se conserva desde 1473 en la capilla propia de la catedral de San Lorenzo de Perugia, Italia.

Aunque desde siglos antes se encontraba en la ciudad de Chiusi, Italia, procedente de Jerusalén.

Según la tradición, la Virgen lo mandó entregar al apóstol Juan antes de morir. 

Por muchos siglos no se supo de él hasta que un mercader de Jerusalén se la vendió a un orfebre de Chiusi.

El anillo fue entregado a la iglesia de Santa Mustiola una vez fallecido el orfebre.

Pero por razones de celos entre congregaciones fue llevado a la Catedral.

Y en el siglo XV uno de los frailes del convento de San Francisco, fray Winter, de Maguncia, sustrajo la reliquia.

No está claro si realmente la quería llevar a Alemania o venderla a Perugia.

La leyenda dice que cuando el fraile se encaminaba hacia Alemania, pasando junto a Perugia, le sorprendió una niebla tan densa y duradera, que le impidió seguir, y por inspiración divina, se vio obligado a entregar la preciosa prenda al gobierno de la ciudad.

El anillo de Perugia es de color verde claro, translúcido, de calcedonia, anteriormente se creía que era de ónix. 

La reliquia se exhibe los días 29 y 30 de julio, con motivo de la fiesta del Santo Anillo, en la ceremonia que se conoce con el nombre de ‘La bajada del Santo Anillo’.

Tras la apertura de las cajas fuertes se baja el relicario al nivel del altar de la capilla, mediante un procedimiento mecánico y luego se realiza la solemne ostensión. ?

Ana Catalina Emmerich nunca vio el anillo presencialmente, pero tuvo una visión de que no era de oro ni de plata ni de otro metal.

Que tenía reflejos cambiantes, y que era bastante grueso, como un dedo de ancho, liso y con triángulos incrustados con letras.

También vio una fiesta en una ciudad de Italia donde se conservaba este anillo.

durante esta fiesta vio aparecer a María y a José, con sus trajes de bodas, a ambos lados del altar del anillo.

Y le pareció que José colocaba el anillo en el dedo de María.

En aquel momento vio el anillo todo luminoso.

Cuando estas visiones se hicieron conocidas, la Catedral se convirtió en un punto de peregrinaje para muchos devotos.


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