Francisco desconfía de todos



Como resultado del golpe de Francisco contra su propio Cardenal Vicario de Roma, se han realizado nuevos nombramientos, escribe SilereNonPossum.it (23 de mayo).

La gestión del dinero se ha confiado a laicos bien pagados, uno de los cuales, una mujer, era directora de recursos humanos de una empresa que administra automóviles. 

A los sacerdotes se les han encomendado misiones como: “cultura”, “comunicación social”, “pastoral de discapacitados” o “pastoral de universidades”.

La Constitución Apostólica In Ecclesiarum communione de Francisco ha puesto a la diócesis romana bajo su mando directo

• Francisco convierte a los siete obispos auxiliares de Roma en “mis vicarios episcopales” con “potestad vicaria ordinaria” que toman sus decisiones “dentro de su competencia”.

• El cardenal vicario de Roma, Angelo De Donatis, queda así reducido a obispo auxiliar porque sólo puede actuar “en comunión con el Consejo Episcopal” o “conmigo”.

• Francisco nombra personalmente incluso a los párrocos y discierne los candidatos “para la posible admisión a las Órdenes Sagradas” que deben ser sometidos “a mí”.

• Francisco también quiere presidir el Consejo Episcopal de Roma, que se reunirá tres veces al mes.

• “No sólo rey sino también príncipe, éste ha sido siempre el problema de Francisco en estos diez años”.

• Desconfiando de todos, Francisco instituye en el Vicariato “una Comisión Independiente de Vigilancia, con su propio Reglamento aprobado por mí” que me informe “a mí” una vez al año después de reunirse mensualmente.

• Todos los tribunales eclesiásticos romanos son eliminados y centralizados en la corrupta Rota Romana

• La lista de los que cayeron en desgracia ante Francisco incluye, además de De Donatis, a los cardenales Angelo Becciu, Peter Turkson, Luis Tagle, el arzobispo Georg Gänswein, y los laicos Libero Milone, Domenico Giani, y Albert von Boeselager.


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