Gran parte de la humanidad será limpiada y entonces estará lista para la tan esperada Era de Paz
Miércoles, 7 Noviembre 2012
Mi querida y amada hija, todo el mundo sentirá los cambios, ya que cada país experimentará una quietud y una sensación de anticipación, aunque muchos no entenderán por qué está sucediendo esto.
La vida cambiará y, para aquellos que confían en mí, tendrán mucho que esperar en el futuro.
Pensad en el mundo como si fuera una persona viva que padece una terrible enfermedad.
Debe sufrir, sentir dolor y soportar el periodo durante el cual la enfermedad es tratada por su médico.
Muchas personas responden rápidamente al tratamiento.
Otras, más lentamente.
Otras no responden en absoluto.
Algunos pacientes tienen esperanza y aceptan que su cuerpo tendrá que soportar un tratamiento a veces doloroso antes de volver a sentirse bien y sano.
El mundo está sufriendo una infestación causada por la influencia de Satanás donde él, y sus demonios, engatusan, tientan y convencen a los hijos de Dios de que el pecado no existe.
Se lanzan de una crisis del espíritu a la siguiente.
Cómo desagradan a mi amado Padre.
Cuánto dolor tendrán que soportar antes de poder vivir la vida de la manera que dictan las Leyes de Dios.
Sin embargo, una vez que esta enfermedad sea tratada y el dolor haya desaparecido, gran parte de la humanidad estará limpia y preparada para la tan esperada era de paz.
La era de paz, prometida a todos aquellos que sigan las enseñanzas de Dios, esperará a aquellos que se hayan redimido ante mis ojos.
A cada uno de vosotros se os mostrará la verdad.
Entonces podréis distinguir entre la fealdad del pecado y la de la pureza, que se requiere para entrar en mi glorioso Reino.
Cuando a cada uno se le haya mostrado la verdad, ninguno de ellos dudará de ella, pero no todos la abrazarán.
Es hora de que la humanidad vea lo que le ha sucedido al mundo a causa de la codicia, el egoísmo y el amor a uno mismo.
No se presta atención al bienestar de los desafortunados.
La vida humana ya no se tiene en cuenta.
Debéis abandonar vuestra arrogancia, porque si no lo hacéis seréis despojados de todo lo que poseéis.
Los diversos líderes en diferentes naciones pronto unirán filas y se prepararán para destruir el cristianismo en todo el mundo.
Debido a esto, los rayos y las copas de fuego serán derramados sobre el mundo para castigar a los malvados.
Debéis entender, sin embargo, que muchos de los castigos planeados por Mi Padre han sido mitigados debido a vuestras oraciones.
Manteneos fuertes.
Continuad con mis Oraciones de Cruzada y nunca perdáis la esperanza.
Vuestro Jesús