El padre jesuita James Martin dijo este fin de semana que celebrar el Orgullo Gay es compatible con la devoción al Sagrado Corazón porque ambos nos enseñan sobre el amor de Jesús.
“En junio, los católicos celebran el Mes del Sagrado Corazón”, escribe el Padre Martin en Twitter. “La gente LGBTQ celebra el #PrideMonth. Los católicos LGBTQ celebran ambos. Uno nos muestra cómo ama Jesús. El otro nos muestra a quién Jesús nos llama a amar hoy”.
“¿Dónde estaría el Sagrado Corazón hoy?” Martin pregunta en un tweet adjunto. “Se derramaría en amor sobre estas personas que buscan amor y aceptación”.
En las redes sociales, muchos expresaron perplejidad ante la afirmación del sacerdote, insistiendo en que enorgullecerse de la actividad homosexual o la identidad transgénero de uno parece diametralmente opuesto al núcleo de la devoción al Sagrado Corazón.
La devoción al Sagrado Corazón de Jesús es una devoción católica centrada en la expiación y reparación al Corazón de Jesús por los pecados personales y los pecados de la humanidad.
Por su parte, San Pablo advirtió de aquellos que se enorgullecen de las cosas vergonzosas que hacen, ya que esto los convierte en “enemigos de la cruz de Cristo”.
El padre Martin, un defensor vocal de los derechos LGBTQ, ha sido criticado por los prelados católicos en los últimos años por afirmar el comportamiento sexual inmoral en lugar de llamar a las personas al arrepentimiento y la conversión.
En 2018, el arzobispo Charles Chaput recriminó al padre Martin por hablar de “católicos LGBTQ”, como si las inclinaciones sexuales de las personas determinaran su identidad como personas.
"No existe tal cosa como un 'católico LGBTQ' o un 'católico transgénero' o un 'católico heterosexual', como si nuestros apetitos sexuales definieran quiénes somos", dijo Chaput, "como si estas designaciones describieran comunidades discretas de diferentes pero igual integridad dentro de la verdadera comunidad eclesial, el cuerpo de Jesucristo”.
Lo que la Iglesia considera cierto sobre la sexualidad humana “no es piedra de tropiezo”, dijo. “Es el único camino real hacia la alegría y la plenitud”.
Después de la publicación del libro del padre Martín, Construyendo un puente (2017), en el que Martín “llama a la Iglesia a un espíritu de respeto, compasión y sensibilidad en el trato con personas con atracción por el mismo sexo”, el arzobispo Chaput reprochó al sacerdote por no haber llamar a los católicos homosexuales a la "conversión", en lugar de simplemente pedir una "afirmación".
Lo que “lamentablemente le falta al libro del padre Martin”, escribió Chaput en ese momento, es “un compromiso con la esencia de lo que divide a los cristianos fieles de aquellos que no ven pecado en las relaciones activas entre personas del mismo sexo”
La crítica de Chaput se hizo eco de otras reseñas del libro del padre Martin que señalaron la notoria ausencia de una declaración clara de la ética sexual cristiana como si estuviera avergonzado por ello o simplemente no estuviera de acuerdo con lo que su propia Iglesia enseña sobre la homosexualidad.